jueves, 29 de noviembre de 2007

"Ve lengua, y canta las glorias del cuerpo misterioso".


Decía Santo Tomás.

¡Cuanta invisibilidad y qué montón de blanco y negro en este blog!. Todo parece pasado.

Acabo de encontrarme otra vez aquel librito desencuadernado. Interrogando a Lezama, y leo:

"El cuerpo humano es una de las más hermosas formas logradas. La cópula es el más apasionado de los diálogos, y desde luego, una forma, un hecho irrecusable. La cópula no es más que el apoyo de la fuerza frente al horror vacui. (...)De tal manera que para mí todo lo que haga el cuerpo es como tocar un misterio, superior a cualquier maniqueísmo modulario, pues es absolutamente imposible descubrir nuevos vicios y nuevas virtudes, ellas estuvieron desde el inicio y estarán en las postrimerías, y tal vez sería bueno recordar la visión memorable de una Santa a la que se le reveló que había un infierno, pero que estaba vacío"

Y como me gusta mucho habermelo encontrado precisamente hoy, cuando me he dado cuenta de que esto estaba frío y desangelado, lo copio, aunque no pegue, aunque solo sea para acompañar a esos hermosos y enigmáticos globulos rojos y para desquitarme (de la invisibilidad, o del blanco y negro).

2 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Cómo molan los glóbulos rojos... Hay tanto para mirar, son contagiosos y enigmáticos como tú bien dices. Me encanta estar poblada por inquilinos tan atractivos.

Un abrazo súper.

Nota: el título del post me lo guardo como futurible epígrafe, ando (poéticamente) ocupada con "cosas" de cuerpos y pieles.

Marta Sanuy dijo...

¡A qué si Sonia!, ¡hay unas fotos de globulos rojos impresionantes!. Lo malo es que me las he encontrado porque me he pegado la semana en páginas de cardiología con motivos, pero bueno.

Ya sabes. Propiedad intelectual africana: lo malo para el dueño y lo bueno para todos.

buen fin de semana, te veo inmersa en interesantes temas.