Confieso que robo calcetines a los parientes para que me hagan compañía. Ahora empieza el frío en serio y volveré a la carga. Suele suceder que míos son muy finos, o no llevo, porque siempre me arden los pies, y tengo que pedir calcetines prestados a mitad de conversación, luego me los quedo.
Blanch hoy me he puesto los de tu padre, me los pongo cuando lo extraño, se están desgastando por los talones. Me los dejó la última vez, me llamó con la excusa de aquella historia de aventureras del XIX en África, el último libro que leyó. Martín correteaba por allí. Bea, Mónica, Lucía, Conchita y tú estabais en la cocina. Me estuvo hablando del libro, y del cactus del balcón, que tiene casi tantos años como tú y un pedazo de biografía, daba igual de qué hablara, ¡qué gusto fue siempre oírlo!, Martín intervenía en inglés con lengua de trapo y su abuelo se lo comía con gestos. Yo tuve otra vez frío en los pies y Roberto me dio estos calcetines.
Mañana me tocan unos de Joselín de muchísimos colores. Cuando me los pongo termino como él, repitiendo lo de "canta y no llores".
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14 comentarios:
"y su abuelo se lo comía con gestos"... Magnífica metáfora, luego no te "quejes" si tomamos palabras de tus palabras como epígrafe.
Un abrazo.
así tejía así así
de unos calcetines mil vidas
anda nena que no sabes ná!
bello el fragmento
qué tal?? yo liadilla y ajqueada jaja
pero bien
besazo muchos
Fascinante tu devoción por los calcetines de otros.
Un abrazo
resulta extraño lo de los calcetines...pero viviendo a orillas del Ebro, no me extraña nada...igual tienes que empezar a plantearte que aquí en invierno puede, debe y hace mucho y desagradable frío..comprate unos hija..besos
Fernando para ser poeta esta vez no has andado muy fino. Saludos
Perdona si te molesta pero emigré, y sigo fuera, por comentarios asi de "aragoneses!
no me molesta en absoluto...quizá me he expresado mal...y lo que menos pretendía era ofenderte, yo pensaba que estabas aquí en Juslibol...y ´te hablaba de mi propia experiencia de años ...no creo que eso tenga nada de comentario aragonés, en serio, me duele que te hayas ofendido por un comentario simplemente un poco socarrón...será que me puede la tierra a pesar de ser poeta...siempre vayan mis excusas por delante si es que de "verdad" te has enfadado conmigo...es lo malo de esto tú no me ves la cara cuando lo escribo ni yo la tuya cuando lo lees.
Hola Fernando, me has pillado quemada con lo aragones, lo de "comprate unos" ha sido el detonante de mi mala leche, ese toque displicente que tenemos, lo que es peor, sin displicencia siquiera, somos "desustanciaos", si quieres comentamos mis antilocalismos, lamentablemente te convenceré, se que no voy tan errada, ni cuenta nos damos ya de lo que nos pasa, normal por otro lado.
Por cierto, presenta un amigo un libro de poesía, espera que miro:
día 9 a las 7h 30 en la librería Portadores de Sueños, quizá lo conozcas, Julio Espinosa. Si te apetece nos tomamos unas birras y argumento.
Ya no vivo en Juslibol, es más moderno Utebo.
¡habrá que discutir también en los blogs, digo yo!.
Bueno discutir podemos discutir y reírnos y tomar birras o vinos, eso no es problema Marta, me ha sorprendido lo quemada por unas "palabricas", pero no te preocupes puedo entender lo que quieres decir...fíjate que por lo menos me siento reconfortado porque por lo menos me has contestado a un comentario...no sé pero a veces pienso que los blogs se convierten en lagunas donde no fluyen lo verdaderamente importante que es la conversación entre todos más que para unos pocos y el resto son como meros espectadores de una película...gracias por cabrearte conmigo..besos.
¡Pobre Fernando!¡La que te ha caído!. Bueno es que has dicho las palabras mágicas, aunque fueran pocas, mala pata, en el momento más inadecuado, venía de comer con mi hermana que, como cuento en el siguiente post, es inmensamente aragonesa.
Tienes razón con lo de los Blogs, pero creo que es porque todos somos tímidos, o por el tiempo, o porque son una cosa nueva.
En todo caso, se lo decía a Sonia el otro día, me cuesta mucho comentar poemas, que es que soy insegura y lenta.
Que pases bien este inmenso puente.
Lo dicho, si te apetece estaré en la presentación de ese libro, hago poca vida zaragozana.
Quede claro que llego aquí de la mano de ese instigador al suicidio que es Fernando Sarría.
A orillas del Ebro, como tú, pero aguas arriba y escuchando aún ecos lejanos de un gobernador efímero, sí, pero certero en sus juicios..., no como otros.
¡Te gustan los calcetines eh! Pues toma, para ti:
http://javiertorres.blogia.com/
2007/101103-la-relatividad-de-la-
ropa-tendida...-dedicado-a-
chorche.php
Nos veremos en Portadores, creo.
:*
Hola Javier, me ha gustado mucho esa foto. buen ojo. No entiendo lo del gobernador. Ahí me cuentas si nos vemos.
¡Martita, Martita!
Sólo me faltó anunciar tu nombre por la megafonía.
¿Dónde está Marta Sanuy?
El gobernador era Sancho... y aguas arriba Alcalá de Ebro, la Ínsula Barataria.
Kissms
Javier lo siento. No pudeeeeee.
¡Seré burra!¿qué gobernador pregunto?. ¿Donde estás?. Yo dí talleres durante años en Pedrola, y en Luceni, y en Torres, tuvimos el privilegio de leer un libro que te recomiendo "El diario de la Duquesa", una joya, de Chapman, en el patio del palacio, teniamos también la suerte de que nadie nos controlara y nos ibamos a dar clase y a merendar con El Quijote a la Insula Barataria. ¡Que tiempos!. No me importaría tomarme un vinin por esos lares.
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