Para parecer alguien de intimidad fácil es imprescindible fingir que tu centro esta dónde los otros creen que debes tenerlo.
Para proteger el núcleo en recomendable arroparlo bien, envolverlo con imágenes potentes. Por ejemplo puedes contar que te has enamorado para hacer pasar desapercibida la obsesión por la muerte. O puedes hablar continuamente de la muerte y el horror por el envejecimiento para encubrir que te has enamorado. El núcleo necesita defenderse con escudos que tengan casi tanta dureza como él, y ya lo decía Borges, temas hay cuatro.
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7 comentarios:
¿cuatro? muchos me parecen
yo creía que eran dos, los que mencionas: eros y tanatos
y es verdad que nos protegemos, que ocultamos nuestras intenciones, que decimos eros cuando estamos pensando en tanatos, y al revés
nosedónde (soy un desastre, ya sé) leí un diálogo que era más o menos así:
-¿por qué los hombres siempre están pensando en el sexo?
-porque le tienen miedo a la muerte
qué cuatro temas son???
no vi tu mensaje así que mensé que no podías quedar... ains!
estoy a tope, de cráneo como tú dices!
un beso!!!
ya saqué el curso ese!!! por fin, ahora voy a hacer otro.
besicos
Yo siempre he parecido alguien de intimidad fácil porque me forzaba a ser sociable, sonreía mucho, hablaba sin pudor y sin parar.
Ahora que hablo menos pero soy más transparente parezco de intimidad más difícil.
pero sucede también que a fuerza de utilizar los mismos escudos, terminamos haciendo de estos nuestros centros... no lo crees?
voto por ser humilde...yo soy una mentira perfecta...dos escudos...uno el que me hace navegar en las palabras y otro el que me protege con los negocios..pero al uno le enseño el otro y no se lo creen..;);)..esa es mi verdadera arma...abrazos.
Prometo no ir más veces de lo concreto a lo abstracto porque a estas alturas ya no entiendo qué quería decir del todo.
Venga Sonia, faltan solo dos temas.
Ánimo, seguro que los encontramos entre las dos antes de que acabe este verano, que por no ser ni es ni tórrido.
Lo importante no son los temas, sino los subtemas. Y aunque hibiera cuatro, tu los cuentas bien.
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