jueves, 6 de febrero de 2014

Vano intento de ordenar la madeja: avance


Hans Haacke


Acabo de leer el último informe de Intermon Oxfam y siento la misma incredulidad que sentiría si me acabara de leer una novela de Stanislav Lem o de Ballard.  Ahora voy a seguir buscando información sobre los primeros de la lista Forbes, llevo días en eso. Tengo mucha necesidad de saber quién son, qué hacen y a quiénes se parecen esos ochenta y cinco personajes que convierten este planeta en una pesadilla.

Esta tarde he visto con lupa ciudadano Kane (quizá en ella se habla por primera vez de la filantropía de los ricos con una dimensión industrial). Una secuencia me ha llamado especialmente la atención: el reportero destinado en la Habana dice que no tiene nada que escribir si no escribe algún poema sobre el paisaje, que allí no hay guerra, y le responde Kane a carcajadas: usted proporcione poemas que yo proporcionaré la guerra.

A principios de los noventa George Soros impusó la presión económica en Yugoslavia que provocó la guerra, ahora dispone de Fundaciones en Bosnia, Croacia, Eslovenia y Servia. Y no es eso en lo único en lo que se parecen Kane/Hearst y Soros. Comparten la megalomanía infantil que les permite, no sólo jugar con la tierra entera, sino hacerlo en todas las direcciones y simultánemente. Como cuando Gog compra unas islas para probar sistemas políticos y observar como se enfrentan, Soros critica la inhumanidad del mundo financiero que le enriqueció y le sigue enriqueciendo mientras aumenta su fortuna con las las fumigaciones asesinas de Monsanto. Como el Gog de Papini, compra ininterrumpidamente inteligencia a través de sus fundaciones, aunque en “Mi filosofía” se autorretrate, sin querer, como un tipo deslumbrado por sus obviedades y su cinismo. Pero Soros es sólo un ejemplo. Además de ser sólo un testaferro.

Ayer encontré un artículo de Paco Fernández Buey que viene muy bien en este momento en el que tanto se está banalizando la banalización del mal que ha puesto de moda una película, y que sigue un hilo de esta interminable madeja. Porque lo que está sucediendo tiene que ver con lo que se juzgó cuando se juzgó el nazismo y se llama crimen contra la humanidad.  Hay una cita de una carta de H. Arendt a Jaspers que quiero guardar a buen recaudo porque lo de “hacer que los seres humanos sean superfluos como seres humanos” es el quid de la cuestión

"El mal ha demostrado ser más radical de lo que se esperaba. En términos objetivos, los crímenes modernos no están previstos en los Diez Mandamientos. Dicho de otro modo: la tradición occidental sufre la idea preconcebida de que las cosas más malvadas que los seres humanos pueden cometer nacen del vicio del egoísmo (tradición que seguramente incluye al Kant del "mal radical"). Y sin embargo sabemos que las mayores maldades, o el mal radical, ya no tienen nada que ver con esas motivaciones pecaminosas y humanamente comprensibles. No sé qué es realmente el mal radical, pero me parece que tiene que ver de alguna manera con el siguiente fenómeno: hacer que los seres humanos sean superfluos como seres humanos (no usarlos como un medio para conseguir algo, lo cual deja intacta su esencia como seres humanos y solamente incide en su dignidad humana, sino hacerlos superfluos como seres humanos). Esto sucede tan pronto como toda impredecibilidad --que en los seres humanos es equivalente de la espontaneidad-- queda eliminada. Todo esto deriva de, o acompaña a, la ilusión de omnipotencia (y no solamente al ansia de poder) de un individuo en concreto[...] La omnipotencia de un individuo concreto haría que los hombres fueran superfluos".

Vuelvo al primer párrafo, que siempre me gusta volver al principio, ouroboros que es una, y vuelvo porque creo que no es sólo a mí a quién todo este asunto, que tanto nos afecta, le suena a ciencia ficción. Creo que esa sensación de incredulidad nos está paralizando.


lunes, 3 de febrero de 2014

Más Mourid Barghouti



Interpretaciones

Un poeta está sentado en un café, escribiendo:
la anciana
cree que está escribiendo una carta a su madre,
la joven
cree que está escribiendo una carta a su novia,
el niño
cree que está dibujando,
el hombre de negocios
cree que está meditando una transación,
el turista cree que está escribiendo una postal,
el empleado
cree que está calculando sus deudas,
el policía secreta
camina lentamente, hacia él

Mourid Barghouti, A Small Sun, 2003, tra.d. M Soledad Sánchez Gómez

domingo, 2 de febrero de 2014

¿Quién será?



No se parecen en nada los sueños de un animista en el campo y de la misma persona en un apartamento. A un animista que vive entre manglares no lo visitan individuos, lo visitan ejércitos. Si se traslada a un hogar aséptico y tiene visita sólo puede ser su madre reclamándole una llamada.

viernes, 31 de enero de 2014

Ibrahim Maalouf




La música molinera del verano que viene.

Con la edad nos estamos volviendo muy previsores, o quizá es que acordamos tácitamente mirar a los mismos días para disfrutarlos con tiempito, para cocerlos por adelantado. La niña nos empieza a mandar la música  "para que bailemos cuando nos reunamos". 

Después de escucharla me sorprendo de como ha evolucionado durante estos años su concepto de baile. Pero está bien, a altas horas y en ese valle y con esos parlantes, esto puede derivar en danza.

De momento ha pasado la prueba del pichi, y a este pájaro no le gusta cualquiera




jueves, 30 de enero de 2014

Sin ascensión


Sus coincidencias textuales siempre fueron absolutas, nunca habían disentido por un tiempo verbal, una hipérbole o una coma, todo fue como un sueño hasta que se encontraron con aquel escollo insalvable: los personajes del uno bajaban y los del otro descendían.

-Aquí te quedas, y no me sigas.

Dijo el primero subiendo las escaleras.

miércoles, 29 de enero de 2014

+ Ayutuxtepeque







No fue así nomasito, pero esta noche me parece que fue así, que me dijeron en sueños:

-Elegíte un país, pues

Y yo cogí el más chiquito.

Me pego la vida mirando con el rabillo a ese otro lado, al pulgarcito de América Latina, al paisito, a la república guanaca. Me llegan sonidos, aunque no vea al vergazo gente la oigo ahora que skipeo con el Padilla. Ésta tarde estuve haciendo hablar a su sobrina, que es una bichita de dos o tres años, y me sonó bien rico. A la vista también le llega un poco: hasta vi por fin la montañona en unas fotos del fb, cuando yo estaba en Chalate no se podía subir a la montañona, estaba minada, y también vi el cierre de campaña rojo, rojo, en ese que aún es un buen trozo mi barrio, Ayutuxtepeque.

Y fue casi como poder oler las guayabas y oír anunciar los elotes cuando caía un aguacero y ahí tenías que quedarte parada, frente a la iglesia y frente al volcán, esperando que se pasara el vergazo de agua. Creo que casi podría identificar cada adoquín de aquella vereda que se volvía de tierra al llegar a la tiendita el calvario, luego había que bajar muchas escaleras hasta el pasaje, que apestaba a jazmín, y, por fin, se llegaba a aquella casa con  orquídeas y colibríes en el patio, jardín en el salón y dirección de novela fallida: Ayutuxte 44.

(Soy bruta, ni modo, pero qué regusto que se trincaran al Flores en la frontera, qué regusto que se equivocara tanto aquel que dijo en el himno que El Salvador sería la tumba de los rojos, qué regusto que vuelvan a ganar el domingo. Desde aquí celebrará esta expatriada con ustedes. Y luego… ya veremos…si hay que hacerlo, pues se les siembra en maicillo)


martes, 28 de enero de 2014

Volvió el momento de labrar.






El huerto es una parte del cielo, donde reinan los dioses, ya que las hierbas pueden vencer la muerte. 
                                                                                                  LUXORIO, poeta latino del siglo VI.





Encuentro matinal con Girondo.



Lado Tevdoradze

¿Publicar?¿Publicar cuando los mejores publican 1.071% de veces más de lo que debieran publicar?...
Yo no tengo, ni deseo tener, sangre de estatua. Yo no pretendo sufrir la humillación de los gorriones.Yo no aspiro a que me babeen la tumba de lugares comunes, ya que lo único interesante es el mecanismo de sentir y de pensar. ¡Prueba de existencia! Lo cotidiano, sin embargo, ¿no es una manifestación admirable y modesta de lo absurdo? Y cortar las amarras lógicas, ¿no implica la única y verdadera posibilidad de aventura? ¿Por qué no ser pueriles, ya que sentimos el cansancio de repetir los gestos de los que hace 70 siglos están bajo tierra?  Y ¿cuál sería la razón de no admitir cualquier probabilidad de rejuvenecimiento? ¿No podríamos atribuirle, por ejemplo, todas las responsabilidades a un fetiche perfecto y omnisciente, y tener fe en la plegaria o en la blasfemia, en el albur de un aburrimiento paradisíaco o en la voluptuosidad de condenarnos?¿Qué nos impediría usar de las virtudes y de los vicios como si fueran ropa limpia, convenir en que el amor no es un narcótico para uso exclusivo de los imbéciles y ser capaces de pasar junto a la felicidad haciéndonos los distraídos? Yo, al menos, en mi simpatía por lo contradictorio-sinónimo de vida-no renuncio ni a mi derecho de renunciar, y tiro mis Veinte poemas, como una piedra, sonriendo ante la inutilidad de mi gesto.

Oliveiro Girondo.

lunes, 27 de enero de 2014

A la recherche...





Si he hecho algún viaje largo, quizá sí, empezó en un salón como este, en su clónico del bloque de al lado, en la biblioteca del padre de José Mari. No imagino mayor festín lector que el que compartimos el señor Milagro y yo, ¡todo lo que había detrás de aquellos cueros, en aquellos papeles de cebolla!  Lo que más recuerdo son Las mil y una noches traducidas por Cansinos Assens,  que eran un festín etimológico, también había muchísima ciencia ficción, de la buena, y clásicos, todos, y algo con lo que hoy me siento como si me hubiera estado esperando treinta y algún año: “Gog”, de Giovani Papini. ¡Las veces que yo he hablado de Gog desde entonces!

Gog es un rico estrafalario en quién creí localizar la esencia de la megalomanía. Ayer leí “Mi filosofía” de George Soros y hoy he dejado de chapotear en el lodo inabordable en el que llevaba tres semanas: la palabra filantrocapitalismo. Voy a delimitar para intentar entender un cachito. Estoy segura de que encontraré claves en los parecidos entre esos dos. La literatura es una máquina de prever.

domingo, 26 de enero de 2014

La absoluta verdad





Nunca dura mucho rato y además no sabes por donde va a aparecer. Hoy estaba en el supermercado, delante de la estantería acristalada, cuando esperábamos una botella de JB, ¡mierda! ¡con lo mal que me sienta! entonces le he dicho a Tati cosas que, de tan verdaderas, ahora casi ni las recuerdo, mientras, la chica del super, que en realidad es una tienda, buscaba la llave.

Kivu, Nairobi, Ámsterdam, Barcelona, Callosa, Madrid, Utebo, París, Kivu.

¡Cómo no sentirse elegida!¡De las once a las ocho la Tati y sus territorios seulement pour moi!