Ya he vuelto a Puebla, son fuertes como robles las compis, ayer era martes y los martes nosotras salimos. Aunque intentemos evitarlo vamos de la hora feliz a la terminal.
He comido en el mercado y me he llevado una buena ración de abrazos. ¡Cada vez me gusta más la gente mexicana! Es mejor oír a la señora que nos da de comer hablar del terremoto que a muchos poetas de alto vuelo hablar de sus temblores.
Siempre les digo a mis alumnos: evita la acumulación de partículas vacías de significado. Hoy me lo he dicho a mí misma.
También las malas fotos tienen su encanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario