lunes, 1 de septiembre de 2014

La precisión de mamá





Entró a tomar un cortado el que entonces era el único médico de cabecera, además del encargado de sanidad. Nunca sabré si por joder, por reafirmarse o porque, como diría mi madre, era un desustanciao, dijo que el bar estaba sucio.

Mi madre fregona en la mano le dijo muy serena:

-Eso no es cierto, pero me alegro muchísimo de tener ocasión de decir que llevo treinta años hacinada en su/tú (eso no lo sé) consulta sin quejarme. Aunque eso no es lo más grave, lo peor es estar dándole/dándote (¿?) una propina todos los meses (se refería a la iguala). ¡A mí me daría mucha vergüenza!

Y aquel hombrecillo displicente,  el miembro de las fuerzas vivas, salió colorado como un tomate.

Y de esas muchas.Es un lujo haber tenido una madre guerrillera incansable, especializada en los ataques selectivos y directos.

5 comentarios:

José María dijo...

Marta: con esto de las vacaciones, me he enterado hace poco de lo de tu madre. Me ha dejado totalmente pasmado. Lo siento mucho, de verdad. Arsenia era una mujer extraordinaria.
Muchos ánimos para ti y tu familia. No puedo imaginar cómo estaréis. ¡Qué palo!

José María dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marta Sanuy dijo...

Hola José Mari. Gracias. Estamos bien jodidos. Nos parece imposible aún. Estaba absotutamente viva, nos daba cien vueltas con su energía y de pronto zas, un infarto. Un abrazo.

José María dijo...

Da otro abrazo de mi parte a Mapi y a tu padre.

Marta Sanuy dijo...

Gracias José Mari, lo haré.