jueves, 27 de febrero de 2014

La tribu in media res





Debe haber un punto intermedio entre enorgullecerse de lo propio o denostarlo

-Esa novela está escrita in media res, no.
-¿Qué quiere decir in media res? ¿en medio ternasco?

Contesta Javier, como si fuera un ignaro aunque sea catedrático de literatura. Siempre andamos revisando el cómo se dijo, críticando que se dijera así si había un modo más entendible.Y hay que ponerse a revisar no sólo el in media res, también el medio ternasco.

-¿Será en media vaca?
-Lo que tú digas, pa ti la perra gorda.

Ésta mañana me he sentido  muy bien por estar aquí ahora , aunque estemos esperando a la parca hija de puta  lo hacemos en comandita. He encontrado a mi primo Heriberto en el banco,  y como iba a ver al tío Marino saltándose el turno, yo también he ido. Somos tantos que tenemos que aguantarnos las ganas.  Marino tenía también una buena mañana, hoy no me ha confundido con alguien más feo que yo, y ahora que se está muriendo me está regalando las mejores sonrisas y me dice Martica y me agarra la mano. Como sé que lo que más le gustan son las plantas y los extranjeros le compraré una maceta el sábado, se lo he dicho y le ha hecho ilusión, extranjeros no tengo ahora a tiro.

La casa del tío Marino, ya la de la abuela, fue siempre la ONU, dicen por aquí. Yo he llegado a comer allí con un militar americano que estuvo bombardeando en El Salvador y con Carlos, que era en el mismo sitio un guerrillero. Siempre hubo muchos italianos, porque unos italianos le preguntaron cuando era jóven que dónde podían dormir y se los trajo a casa, y hasta ahora. Por aquí anda Willi, haciéndole compañía a su amigo, es imposible no querer mucho a ese desatre estupendo, el tío Marino. Y ha venido la tía Aurora, con sus ochenta y seis flamantes años y unas doscientas pruebas de la derechización del periódico El País debajo del brazo, y la prima Marí Cruz, no paramos de comer bollos, hojaldres y tortas de chicharro, que algo nos entretienen mientras esperamos que pase con noticias a quién le tocó o la Arse y diga:

-Está muy majico.

No hay manera de pensar en otra cosa, ni lo intentamos, somos una tribu con pegazón estos días.  Después de la visita Heriberto y yo nos hemos ido a tomar vermout a casa de la prima Elisa y les he hecho una foto que voy a guardar aquí.  Por la tarde toca merendar en casa de Emma, aprovecharemos para volver a juntarnos con la excusa de que es jueves lardero.


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