miércoles, 9 de octubre de 2013

Consejos de papá o cada día más Electra.





Alfonso Brezmes




Campa por sus fueros la inteligencia, y, qué vamos a esperar, sino que campe también por sus fueros la estupidez. Acabo de borrar 2200 correos. Es complicadísimo relacionar cualquier cosa después de leer mezclado: “Revista malentendidos” “Elabora tu maquillaje tu misma””ENIGMA””Vete de vacaciones: quedándote en casa no te saldrá nunca un novio” “Échale un vistazo a tu pasado: qué grato” “Bajo la lluvia””Silente inspiración””25 entrevistas a mujeres creativas” “El valor del respeto” “Entre liras y vivencias” “Revista El creador onírico”

Y no sigo. ¿Pero en qué estamos pensando? ¿Qué estoy diciendo?¿Es posible pensar después de recibir esos millones de disparos de aparente sentido todos los días, ininterrumpidamente? ¿Es posible que albergue alguna potencial sinapsis para nuestras mentes anegadas algo de lo que leemos? ¿Me puedo preocupar al mismo nivel de una pavada de la Cospedal que de un premio a Monsanto? ¿Soy una asesina por comer carne? ¿una torturadora animal por tener un pájaro en una jaula?

Y luego está lo otro, lo "literario". Ese problema geométrico de la literatura. La perversa creencia de que poesía es vertical y prosa horizontal y marchando. Y también hay una especie de sudor dramático que recorre a algunas gentes, y de fervor religioso a otras: me cargue a unos veinte del fb porque decían continuamente que jesús me ama y dios me ve, y de fervor antitaurino y feminista y pseudicientífico.

Mi padre, con quién tomé ayer vermout casero mientras nos contábamos nuestras últimas matanzas de mosquitos, nunca nos ha dejado hablar mal de nadie en casa. La mejor de sus obsesiones es que hay que ahorrar mucho tiempo para luego poder desperdiciarlo. No hay que fijarse en lo que no merece la pena, y para eso sólo hay un modo:  saturarse de lo que vale. A ver si se puede.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso, el mío dice lo mismo.
Recuperemos el sentido común y ganemos tiempo para disfrutar de verdad. Besazos desde Cantabria, donde seguimos esperándote. Muac
Bea

Marta Sanuy dijo...

Pues si es que tenemos una suerte de cadena genética, Bea. Y dir, decía mi abuela. A ver a ver.

besicos para toditos.

y para ti.