jueves, 17 de enero de 2013

De lo cotidiano: la modulación invisible y la casi palpable están entre la intangible y la casi visible.




1

Y Miss Amelia seguía haciendo lo peor que podía hacer; es decir, que tomaba varios caminos a la vez. 

2

Debería abrir una etiqueta nueva, utilizar las etiquetas. Voy a empezar a rescatar “Chats con Tatiana”  esos fragmentazos espontáneos.

-bien, pero pienso continuamente en los platos congelados que metes al microondas y salen hirviendo por un lado y siguen helados por el otro.

3

Anduve buscando caracoles. ¡Han prohibido coger caracoles! Alguien me lo dijo el lunes. Averiguan que me gusta hacer y lo prohíben, por inocente que sea. 

Necesitaba transgredir y salí a buscarlos por el barranco del barroco, por allí sabía que iba a encontrarme las sabias revelaciones del caracol sonoro, al caracol de luz y al caracol nocturno en un rectángulo de agua.

4

También he vuelto a jugar al ajedrez contra nadie, para tener sólo sueños geométricos

5 comentarios:

SATSUMA dijo...

Me encanta esta entrada! y la foto, y todo...recoger caracoles en un caldero junto a 14 primos, es la imagen más parecida a la felicidad infantil que recuerdo...

Marta Sanuy dijo...

Gracias Joaquina
Y yo. Nosotros íbamos con cesto.
Ahora voy con mi madre y mi tía y sigue siendo estupendo. Rezo para que no se enteren de la prohibición, o se me arruina la primavera.

Marta Sanuy dijo...

Una duda, psiquiatra de mis amores.
Una duda eterna:

Si para un ludópata común, de los de bingo o los de maquineta, existe un tratamiento psiquiátrico. A esta cuadrilla de ludópatas mayores ¿se les podría tratar?

SATSUMA dijo...

Respuesta: los sociópatas y delincuentes no están en los hospitales, su sitio es la cárcel...

Besos mil Martina!!

P.D:Esto que está ocurriendo es la hostia y cada día una sorpresa nueva...qué tipos de mierda...

Anónimo dijo...

[Me desperté de golpe y miré a mi derecha. Pese a la oscuridad, la vi claramente junto a mí. Le brillaba la cabellera blanca, despeinada. "Qué a gusto duerme la señorita", me dijo en un susurro lleno de rabia.] Pues eso, las apariciones, las frases, las conversas... como una baba de caracol, nos dejen cogerlos o no.