jueves, 2 de junio de 2011

Un poema de Javier Barreiro



Vuelvo mucho a Lobotomía

El mago de Lobosán

Provisto de sus atributos
pero algo triste
recorre la noche estrellada.
Sabe que un mago sin gorro
es un pobre mago
y acaso ese emblema
no logre jamás
Pues ¿desde cuando entre los lobos
viéronse capirotes, chisteras o tiaras?

Todo deseo confunde, desordena...
y el de Lobosán no sabe
si utilizar fiereza, magia o astucia
para obtenerlo.
O seguir como hasta ahora
sin esa pauta de unión
entre la tierra y el cielo.

El chillido de la lechuza
le arranca de su desvío:
un brujo debe caer,
mas no debe dejarse llevar por el arrebato.

Sucumbe la noche

Nada hay completo.

Lobotomía Javier Barreiro, Editorial Renacimiento.


Lo que más me gusta de esa foto es que la tituló Regresando de la cascada del limón

5 comentarios:

Ester dijo...

En la foto, parece que el caballo sonríe, nunca había visto a un caballo sonreir.

autillo dijo...

no sonríe sino que tiran demasiado de la correa y se quiere zafar, je je

Marta Sanuy dijo...

y dale con el caballo ¡qué el protagonista es el lobo!

besicos

Antuan dijo...

menudo lobo, a lo Clint Eastwood. Aún no sabía alli, en su cuerpazo serrano, que llegaría a ser una verdadera persona; sobre el caballo ya lo está pensando.

A veces me dedico a desmontar premios y alabanzas de dizque escritores y poetas y les dejo pequeña muestra de JB y se quedan en silencios. Malditos mercachifles, reordenemos el universo con otro caos más organizado.

Besos.

Marta Sanuy dijo...

venga, vamos.

nos echará una mano, como siempre, el piropeado, que va a ser aún más dueño de su tiempo a partir del jueves ¡está feliz!

besicos