miércoles, 21 de mayo de 2008



La verdadera crueldad de las espinas no reside en tenerlas, sino en irlas perdiendo, dejándolas prendidas en la azorada piel de quien tenga la osadía de acercársenos.

Luisa Valenzuela

3 comentarios:

Isabel Mercadé dijo...

Agudísima Luisa Valenzuela.
Abrazos.

SATSUMA dijo...

Suscribo lo dicho por bel y mostrado por tí! Aquí siempre encuentro palabras importantes...gracias Marta.
Un beso.

Anotherdia dijo...

Y el perderlas. Un besazo