jueves, 27 de marzo de 2008

¡Por fin voy a dejar de correr agarrada de la manivela de un taxi!


Lo sabia, lo sabia, lo sabia, al final iban a cantar.

Cuando yo tenía cuatro años mi madre y mi tía cogieron un taxi y se me olvidaron fuera. Lo recuerdo perfectamente. El taxi arrancó y yo me agarre a la manivela, la verdad es que se dieron cuenta enseguida, pero corrí unos cuantos metros.

No he tenido un recuerdo más claro que ese en mi vida. ¡Pues no he corrido ni nada agarrada a una manivela imaginaria!

Bueno pues esas dos, mi madre y mi tía, me lo han estado negando hasta esta noche;
anda, anda Marta que lo has soñado , decían. Han tardado la friolera de 38 años en confesar. ¡Pero esta noche lo he conseguido!, al únisono, y entre carcajadillas, pero lo han reconocido: ¡Se me olvidaron!

¡Treintayochoaños pensando que me lo había inventado!

La imagen
Katharina Grosse, esa mujer a la que le tengo tanta envidia.

1 comentario:

Miriam G. dijo...

Preciosa la imagen, y más la anecdota.

Un beso, Miriam G.