viernes, 22 de junio de 2012

Diana Krall. Dolores ubicuos y posturas forzadas







Un montón de dolores pequeños

Me cuenta Puri que cuando Nerea era pequeña se ponía a llorar y le pedía que le pusiera una tirita.

-Vale, dónde te duele, dónde te la pongo.
-Da igualllll, pónmela donde seaaaaa, en cualquier sitiooooo.

Y era ponerle la tirita y que se le pasaran todos los males.


Mi madre me cuenta lo que opina sobre “la pareja, el matrimonio o lo que sea que obligue continuamente a dos”

-Supongo que habrá excepciones, pero lo dudo, y yo no tengo una mala relación con tu padre, pero estar casada con él siempre ha implicado tener forzada la postura para adaptarme,  no es exactamente un dolor, pero sí una molestia crónica, y aún es peor cuando te das cuenta de que al otro le pasa exactamente lo mismo contigo y por los mismos motivos. Y qué quieres que te diga, no creo que esto mejore, no veo evolucionar las relaciones hacia la autonomía, que sigue sin tener muy buena prensa.

Diana Krall

Me pone de buen humor.


miércoles, 20 de junio de 2012

Paco Gómez Nadal: Otramérica




El presente, el pasado y el futuro triturado por abrazos gordísimos, intactos, enriquecidos por diez años de presencia de la ausencia; ese estado de atención. Abrazos deslocalizantes, que te mandan de una patada en el culo a Tegucigalpa, a Managua, a San Salvador, a Madrid o a Blufields.

De una cosa sí estoy orgullosa, de la gente a la que más conozco. De los amigos a los que les dan golpes reduros pero no los quiebran ni un poquito.

Qué rica es la certeza compartida, esta pesada carga de futuro.

P.D. Sí ustedes también quieren cambiar el mundo escuchen a ese hombre y a los que le rodean, nos traducen desde América Latina, que tiene mucho que decirnos: http://otramerica.com/

lunes, 18 de junio de 2012

Sueltísimos




Me cuenta Maribel.


-Correos hace mucho que pertenece a los juzgados y a las oficinas de cobro. Cartas de amor ya sólo deben escribirlas dos docenas de viejitos en toda la península, hemos pasado de ser esperados con ansiedad a ser temidos. 

Yo aún espero a la cartera, con frecuencia me trae libros pero, sobre todo, viene ella a tomarse el café en su ratito de descanso. Sigue teniendo algo de sagrado el carro: ¿cuánta felicidad y cuántos disgustos tiraría el Ziqui al río el día que se peló? nos preguntamos. Luego le cuento que una amiga echó  un pollo sin mirar al carro de un cartero en el mercado y se fue con el a casa, no lo descubrió hasta que la fulminó el amarillo de correos en el ascensor.

Más tarde nos ponemos serias, toca política local.

-A mi me propuso que fuera en su lista
-A mi padre también. ¡Entonces intentó rodearse de gente honesta y le dijisteis que no!
-La idea de que la política ensucia.
-¿Y ahora que están los peores en todos sitios qué hacemos?

El animus y los coloridos.

Casi todas las jovencitas prefieren el color violeta, que es un color que calma, estoy segura de que la mente selecciona en el espectro cromático según sus necesidades, igual  que el cuerpo cuando nos pide azúcares proteínas o hidratos. Pero no le hacemos ni caso.

Poesía Mercantil

Cuando las muchachas se hicieron ricas durante dos semanas fabricando y vendiendo gafas para ver el eclipse.

Grecia

¿Estará muriendo la democracia en el lugar donde nació después mucho tiempo de estar muy malita?

Cybors y competitividad.

Anoche vi un programa sobre personas, un daltónico y dos sordomudos, que habían suplido sus deficiencias con complementos electrónicos: el daltónico oía los colores, los sordomudos conservaban la recomendable opción de desconectarse. Es una deficiencia no poder imaginar las deficiencias. ¡Lo difícil que resulta entender al hombre que confundió a su mujer con un sombrero!

Yo carezco de la glándula de la competitividad, no puedo evitarlo, cuando alguien desea lo mismo que yo me entran ganas de irme a dar un paseo bien lejos, por supuesto me resulta absolutamente invisible el encanto de los éxitos, los éxitos mismos, en concreto y en abstracto. Conmigo la humanidad no hubiera evolucionado nada. ¿Me podrán implantar algo?¿querría que fuera posible?


La imagen ni idea, pero me gustó.

viernes, 15 de junio de 2012

Só vendo que beleza



Empieza mi vuelta  a casa, que lo noto:

"La casa es un cuerpo de imágenes que dan al hombre razones o ilusiones de estabilidad"

Decía Gastón Bachelard, aún tardaré unos días pero al leer ayer esa frase y oír esta canción empezó la vuelta.

martes, 12 de junio de 2012

Notas, sueltos, trozos




Intimidad

El comienzo de un chat con Blanch de Vero después de mucho tiempo sin hablar.

-Sabía que aparecerías, ayer soñé contigo.
-¿Qué soñaste, qué pasaba, dónde estábamos?


Viajes por las libretas.

Como las libretas están desordenadas paso de tener veinte años a treinta y siete y luego tengo cuarenta y después veinticinco.

Con la jovencita es como remar en oscuras aguas embravecidas por las abstracciones.

Las notas más valiosas son muy simples: la descripción sorprendida de un mamey que me trajo Manuel Barrera o de la primera pitahaya, ese edificio gótico, que me comulgué con Vladi.  

-¿Tú porque fuiste allí?
-Para oírles hablar y comer pitahaya.

Gambito de Caballo.

Sé  que tenía 19 años exactamente y que hice pirola durante todo el día. Me senté al lado de la cristalera enorme de una cafetería, tenía localizados varios rincones así para los grandes viajes. Llegué a las diez de la mañana a Yoknapatawpha y no volví  hasta las cuatro de la tarde.

Recordando aquellas felices horas he vuelto a ir esta semana a ese condado impronunciable y regreso dichosa, Faulkner nunca me defrauda. Me siguen absorbiendo los agujeros negros que tienen en el centro muchos de sus personajes:“entonces desapareció durante diez años”. Me encanta que se vayan y  que no den ninguna explicación a la vuelta. Y me gusta mucho su narrador, que cuenta con el singular y el plural porque siempre es la voz de un coro.

Estos días me quedé atrapada en una caja inútil, conocida por todo el mundo en el condado, que estaba en la mesa del Juez.  Sentí mucha nostalgia de cuando todos los objetos tenían identidad y eran valiosos.

¿Tu madre son dos hermanas que fuman Chesterfield lait?

Me pregunta la estanquera, y le digo que sí.

Al día siguiente quedamos con la tía Emma, nos espera sentada en la tapia del cementerio viejo a las ocho de la mañana para ir a coger caracoles. Desde lejos, con los vaqueros colgando y los auriculares puestos y el flequillo de pincho,  tiene dieciséis años,  silba  y es un chicazo. Damos dos zancadas en el campo y ya ha dicho diecisiete términos que a la cosmopolita de mi otra mama nunca se le ocurrirían, sabe dónde están escondidos los caracoles y desviarse de los caminos anchos, enseguida nos ponemos a saltar acequias y manantiales cristalinos que no han destrozado.

- ¿ No te acuerdas de las tajaderas? hasta aquí os dejaba escaparos.

Después del gran paseo nos lleva al capó de su coche. Cada tanto tiempo me regala ropa. Entonces nuestro ser de amplio espectro se transforma en una madura elegante  ¡nunca sofisticada! capaz de elegir las más bellas sedas italianas.


La crisis

Paso para que Sandra me haga la declaración de la renta y hago la broma:

-Venga que si me devuelven mucho os invitaré a una cena
-Sabes qué, que mejor que una cena nos pages la luz

Dice Tomas, que tiene ocho años.

viernes, 8 de junio de 2012

Amina Alaoui





A quien me perdí hace unas semanas por tonta, por no leer el Heraldo.

jueves, 7 de junio de 2012

Descendiendo desde la sombra de unas libretas hasta la torre.









- ¡Cómo no va a estar espesa!¡ si lee a Hegel en verano!


Exclamó el que era por entonces mi marido. 


-Hablas y hablas y hablas, pero nunca de lo que te afecta. 


Dice en otra nota, seis meses después.


Nada me produce tantos sobresaltos como releer las libretas viejas, esa pócima de familiaridad y extrañeza. 


Ahora ya puedo relacionar las malas épocas con una letra estricta, regular, patéticamente recta.


Otra nota decía:


Dice Javier que Cirlot es uno de los grandes sonetista, no por debajo de Lorca


Sigo teniendo esa manía de anotar frases literales, está bien hecho, son como trinquetes a los que amarrarte en caso de necesidad, y son el senderito por el que viniste.

Dos años de libretas me han dejado mucho más exhausta que si hubiera estado leyendo a Hegel (ya no lo hago, los años nos dan virutas de sensatez). 


Me he vuelto un rato con Brownyn y  Cirlot, y otra vez los he disfrutado,  lo siguiente a disfrutar leyendo es copiar lo que has leído.


La imagen es de Widfredo Lam






Con Bronwyn

                            Yo también estoy hechizada
                                                                    Bronwyn


Algo me está buscando por el campo,
o por el bosque negro que fue verde:
Algo de claridad pero sin forma,
como un sonido inmenso que bajara
desde un cielo apartado
por el cielo que existe.


* * *

Nunca supe quién soy,
pero voy
a ser lo que tú quieres sólo siendo
en el sol absoluto donde ardiendo
mueres porque eres.

Voy a ser la eternamente llama
de tu espiga de fuego;
mi resplandor entrego
a tu doliente niebla que me llama.

Caigo en tu corazón que ha de perderse
para que aprenda a rehacerse
desde el cristal azul del océano
al sarmiento quemado de una mano
cerrada al deshacerse.

* * *

Los álamos inciertos de las almas
se alejan por el campo.
Los álamos se alejan, Bronwyn.

Los gritos permanecen y el incendio.


* * *

¿Creíste que no te oía
cuando dijiste:
subes bajo las verdes nubes,
de la tierra que hiciste
blanca en un mediodía
rojo como la herida en que perdiste
lo que a tu corazón te unía?

¿Creíste que no te oía
más allá de las olas
cuando las sombras solas
eran mi todavía?

* * *

Por las sombras desciendo hasta la torre
y vuelvo a ver el mar rojizo
anaranjado.

Y vuelvo a ver los muertos, la corona
de flores aterradas.


¿Creíste que no vendría
junto a las negras rocas,
cuando de nuestras bocas
el cielo renacía
convirtiendo el espacio
en de plata palacio,
la distancia
en nuestra eterna estancia?

¿Creíste que era muerte
la noche de la suerte,
y el fin de la canción
mi desaparición?



Un nombre estaba escrito sobre el agua,
fue dicho desde el agua, Bronwyn,
entre cienos y miedo a los abismos
bajo las grandes aves transparentes.



* * *

¿Pudiste imaginar
en la noche del mar
que no respondería,
sin hallar
la voz con que diría
dónde me has de encontrar?

¿Pudiste suponer
en la niebla del ser
que no contestaría
y que no encontraría
la voz para poder
responder?

¿Y pudiste pensar
que jamás tornaría
tu nombre a concitar?

martes, 5 de junio de 2012

De los placeres de leerse con atención







Leerse con atención a lo largo del tiempo produce mucha intimidad, otro conocimiento. Por eso el lunes es el mejor día, porque hay clase desde las diez hasta la madrugada. Ayer tuvimos a Claudia, una mexicana que es nueva, y mientras le contábamos como trabajamos me di cuenta de lo bien engrasada que está la maquinaría. Aunque a veces nos interrumpe un avión que aterriza en Brasil, al lado de casa de Cesar, otros días es el camión de la basura de Tatiana desde  París, o las fiestas en el barrio de Ana desde Barcelona. Y no es que la facción aragonesa sea silenciosa. Además en esta clase se puede comer, beber e ir al baño.

-¡Pero qué te pasa con las comas hoy! Que me voy a hacer un té, ahora vengo. Dale María José, que tú eres la reina de las comas
-Me meo, me meo, me meo, no decidáis nada mientras
-Me parece una frase acertada, pero si le das la vuelta gana.
-Yo no estoy convencida de que sea leísmo hasta que lo certifique Ester.


Además aprendemos muchas cosas imprevistas:

-¿Qué son los chocorroles?
-Unos pasteles mexicanos
-Yo no puedo seguir leyendo si no los veo, ¡ya lo tengo! Os los paso, son como un tigretón.

Hay largos silencios que culminan con un rotundo:

-Mejora notablemente si borras todo el párrafo.

Que se compensa con algún:

-¡Es buenísima esa frase! dale más aire, que respire, quítale cualquier palabra que brille alrededor

-Es precioso, no se me hubiera ocurrido nunca

Llevamos unos cuantos años juntas el núcleo duro, pero que llegue el lunes sigue siendo para mí la mejor fiesta.
Nunca se sabe con qué aparecerá Ana, nuestra retro-futurista retórica, María José ayer trajo un idilio entre orillas y Ester la semana pasada a un trío que antes del lío casi no fumaba, Zoe últimamente apunta sus sobresaltos malteses y Tatiana nos lleva a una boda en las afueras de París o la habitación de al lado, o a África.

Nos encanta que estén Laura y ahora Claudia, que son mexicanas, nos sentimos como pasándole la lengua a todas las esquinas inaccesibles del idioma, como si nos lo giraran para desatascarnos.


Hace tiempo que queremos tener invitados, aprovecho para tentar a los que pasan por aquí, seguro que no hay overbooking


 La imagen es de Mar Arza 


viernes, 1 de junio de 2012

De las músicas y del elegir.










Con la música sí soy rauda y maleable, puedo pasar de los Clash al Cancionero de Palacio sin transición y disfrutar de las dos cosas mucho.

La música me da la medida de mis otras inflexibilidades. Me tranquiliza no saber, al menos en esto, que prefiero.

Llega a pesar la vida por la demasiada certeza que nos da elegir.

jueves, 31 de mayo de 2012

Notitas y notitas




  IM     


                Impopularidad

Mis ideas sobre las cosas en las que más he pensado, sobre las que más me he documentado y de las que más me he ocupado, son las que menos aceptación tienen: ¿será por eso?

Menos mal que las voy a seguir cambiando.

De la reproducción mecánica a la vírica

Un día dejé de poner una coma en una cita en el facebook, al día siguiente no cerré un paréntesis y me dejé una preposición. Espero que no pase nada. No vaya a ser como con aquellas cucarachas salvadoreñas que traje en la maleta y que me esperaban tomándose una caña en Utebo, en el bar de abajo. Inconfundibles; entre marrones y cherches, ñatas, con acento.

La lista del no me gusta

Hasta consulto, a ver qué se me nota más de lo que no me gusta. Es imposible terminar esa lista, me enfado a mitad y me voy a otro tema. O lo que es peor, tengo el día tonto y anoto comidas.

-Entonces ¿qué es lo que crees que me desagrada más? ¿lo que más nerviosa me pone?
-La gente que habla llorando

Me contestó un buen conocedor del asunto.

Pour le futur, si es que hay

Convinimos ayer la Tatianisima y yo que dos árboles de fuego más y algún magnolio.

Aunque Miguel, nuestro nunca bien ponderado agricolari, se vuelve loco cuando se lo cuento.

-Ahora llenáis aquello de árboles sin talento y que me toque a mi de viejo ir con la sierra mecánica para abrir camino.