miércoles, 20 de febrero de 2013

Post robado: LAS FRESAS Y MUSIL SIEMPRE VUELVEN






"Los hombres de la posibilidad tienen algo muy divino en sí, un fuego, un vuelo, un espíritu constructor y la utopía consciente que no teme la realidad, sino que la trata mejor como problema y ficción."

(Si existe el sentido de la realidad debe existir también el sentido de la posibilidad)

Justo esta mañana estaba pensando en ella cuando me encaminaba a por paroxetina. Cuando deje de hacer café de recuelo con la serotonina y se me suelten los dedos tengo que hablar aquí de esa conocedora del cerebro a la que vi diez minutos y  que está siempre tan cerca. Merci Joaquina.



jueves, 14 de febrero de 2013

El carboncillo virtual y las costuras.



 Eugenia Balcells


He descubierto esta mañana que puedo leer seguidito todo lo que subrayo en el ebook y ¡puchica! ¡qué desayuno tan intenso!

Inevitablemente me ha dado copista, pero me he ido a copiar del papel. No va a conseguir la técnica que yo desaproveche la posibilidad de degustar con los dedos,una por una, las palabras de otros. La vocación Menard tiene que ver con la necesidad de organizarnos las entretelas, de clasificar cachitos microcósmicos de caos.

Algo semejante, o quizás todavía más complejo, consiguieron los gaélicos, de los que se hablará más adelante. Se retenía la sombra de una persona enferma, como la sombra tiene la misma enfermedad y en la misma parte, curando la sombra, en la que se operaba con mayor libertad, se cosía, se limpiaba, incluso con esmeril y jabón de palosanto, quedaba curado el cuerpo.

Al franciscano Rodriges, portugués, le sorprendió ver en algunas sombras de príncipes etíopes y de grandes damas unas líneas doradas, o rojas, o verdes, y era que esas sombras habían sido intervenidas quirúrgicamente, y el cosido se había hecho con hilo de oro, de espinela o de esmeralda; y en las sombras, especialmente al atardecer, relucían.


Escuela de curanderos. Alvaro Cunqueiro

miércoles, 13 de febrero de 2013

Sueltos aún en sucio.





Erich Consemüller


Enseñar la tramoya

aunque la idea suba de color y el sentido se oscurezca (Verlain) 


Después de leer Las Fronteras del Barroco:

A veces es difícil distinguir un concepto complejo de una explicación mal dada. En esa grieta fermentan mil equívocos y medran muchos tontos.

(Otra versión) Después de comentar algunos textos hermético-contemporáneos en comandita.

Una cosa es ser polisémico, otra dejar las cosas inacabadas, y otra asombrarse con lo más obvio y transmitir lo que todos sabemos y no el asombro. Pero se parecen y, con frecuencia, los tontos logran epatar.

Corbiére

Bazofia compleja y la mezcla adúltera de todo.

Muchos hombres y…ninguna demostración.

Nota de J.B en unas articulaciones sobre Villiers y La Eva Futura.

Estuvo sembrado don Tomás, al menos, en su personaje de la novela.
Dos siglos antes, La Fontaine, para ejemplificar lo inefable, lo inconcebible, escribió: “El día en que las máquinas hablen”.
Y dos siglos después, gracias a don Tomás y al poeta loco Charles Cross, las máquinas hablaron, como bien sabía Villiers.
Nosotros decíamos “Cuando las ranas críen pelo” o “Cuando San Juan baje el dedo”. Ahora, las ranas con pelo son un juego para los biólogos. En cuanto a San Juan,

¿quién sabe nada?


¿La literatura puede modificar el futuro?
¿Articulaciones?
Buscar en la carpeta  “literatura y ciencia”.
Julio Verne, H. G. Wells. Charles Cross,Villiers, Bioy Casares, Virilo, Lang
El fonógrafo, la bombilla, los robots, la turbina, la realidad virtual, la inteligencia artificial…


Verlaine

Falso escéptico alarmante

Char

El optimismo tarado que era mi obligación alimentar me asfixiaba

Copiar lo que faltaba de Cirlot: 

No siempre puedo recordarte
bajo los grandes trozos de silencio
que me aplastan y dejan en ceniza
tan sólo perseguido
por un sonido oscuro
y por las lentas avenidas grises
de un orbe sin final y sin principio

¿Y dejaste a la nada
tu esperanza abrasada abandonando al fuego
todo el humo del ruego?

¿Y soñaste perder entre las hierbas
el anillo de luz en que conservas
el signo de mi eterna persistencia
en la espiral oscura de tu esencia?

¿Y llegaste a creer
no ser?


lunes, 11 de febrero de 2013

Sin restos del naufragio.





Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla


Una de las cosas que más pánico me producía de pequeña eran las pesadillas de mi madre. Sus gritos eran mucho más espeluznantes que los de las películas. Los vecinos, que eran mis primos y mis tíos, subían asustados. Asomábamos el hocico a la habitación y le rogábamos a mi padre que la despertara. Él nos apaciguaba con la mano y la dejaba seguir  gritando. Tan tranquilo. No había una explicación plausible para que una mujer con una vida con tan pocos sobresaltos tuviese, y tenga, tantas pesadillas y tan aventureras: cuando no la perseguía una manada de búfalos estaba naufragando, o en una celda de castigo, o el avión que pilotaba se había quedado sin tren de aterrizaje. Eso nos lo contaba en el desayuno con todo lujo de detalles y nos dejaba boquiabiertos.


Yo no heredé sus veleidades oníricas. Menos mal. Pero el rebrote de gripe parecía traer en la bandeja dos opciones: insomnio o pesadillas, y he estado degustando las dos. La de ayer, mucho menos vistosa que las de mi madre,  era de esas que no te logras sacudir hasta bien entrada la mañana. Dicen que las pesadillas sirven para familiarizarnos con el umbral del dolor psíquico. Si hago una regla de tres la Arse debe estar preparada para irse a vivir a la conchinchina y yo a ninguna parte. También he soñado que escribía, muchísimo, pero al levantarme todo se había quedado en agua de borrajas. 


jueves, 7 de febrero de 2013

Viva Caeiro




Victor Burgin


Después de una atroz aparición de Mr Hyde, en la que me advirtió que él era  más fuerte ( tomé nota) me dispongo a releer a Stevenson con escarapelo, me ha dado por ahí.


Pero antes necesito descansar un rato, y lo más recomendable que encuentro es Caeiro.

El amor es una compañía.
Yo no sé andar solo los caminos,
Porque ya no puedo andar yo solo.
Un pensamiento visible hace que camine más deprisa,
Que vea menos, y al tiempo que me guste irlo viendo todo.
Hasta la ausencia de ella es algo que está conmigo,
Y ella me gusta tanto que no sé cómo la he de desear.
Cuando no la veo, la imagino, y soy tan fuerte como los altos árboles.

Mas si la veo tiemblo, y no sé qué es de aquello que he sentido en su ausencia.

Todo soy una fuerza que ahora me abandona.
Todo lo real mira hacia mí como un girasol en cuyo centro aparece su rostro.


martes, 5 de febrero de 2013

Un no-lugar para exiliarse o mirando desde el limbo.


Michel Davo


Otro momento iluminador fue cuando Aurora Egido metió una morcilla en la explicación de una naumaquia y nos contó, con esa flema, la más fina que he conocido, la congoja que le había causado enterarse de la desaparición, en el Concilio Vaticano II, del Limbo.

Me acuerdo muchas veces, ¡cómo no voy a acordarme! Construyendo un limbo, y conscientemente, llevo desde entonces (para escapar de tantos no-lugares es necesario uno como el limbo, por lo menos)

Pero esta vez me acuerdo por algo concreto. El otro día vi una comedia francesa y me identifiqué con la protagonista. Hasta ahí previsible, aunque ella era lo que vulgarmente se llamaría "tonta perdida". Pensé “está en el limbo”. Y me asusté, porque la identificación no era con lo que le pasaba, era con ella entera. Pero luego me cayeron muy bien ella y mi estupefacción. Menos mal. Con todo este lío quiero decir que hay un despiste vital elegido que lleva muy lejos, al Limbo, por ejemplo. (creo que se titulaba “Por fin viuda” ¡he vuelto a enseñar la tramoya! Menos mal que nadie va a mirarla.)


lunes, 4 de febrero de 2013

Fotos para hacer pie.



Temprano comenzó mi formación política, quizá el tío José María ya me estaba hablando de urbanismo.

Nunca se sabe porque dos personas tan diferentes viven adosadas. Nosotros nos pasamos la vida juntos. Con razón ahora me exigen su receta de los buñuelos de bacalao. Al final la encontré. Me la estaba guardando la madre de Tatiana en Segura y hasta allí nos fuimos a buscarla.

domingo, 3 de febrero de 2013

¿Oulipianos o Oulipitos?



Era el 89, un año intenso en mi vida, cuando, por fin, encontré lo que buscaba. Estaba en una revista de Antrophos, en el monográfico sobre Georges Perec en el que descubrí al OULIPO. Tengo una foto de ese día, en la ponderosa, mi salón de lectura durante años, la pongo. 

Se produjo una tensión de millones de voltios en mi cabeza cuando se estrellaron en ella los números Pitagóricos con las  constricciones Oulipianas y la métrica clásica.

¿Qué es un autor del Oulipo? Les preguntan.
Y sus integrantes responden: “Es una rata que construye por sí misma el laberinto del que se propone salir”.

Para mí que esa respuesta contiene el germen de la creatividad.

Y puestos a construir constricciones y laberintos las próximas articulaciones serán una conversación con er niño que se va a titular ¿Oulipianos o Oulipitos?
O no sé, ese otro siempre mejora los títulos.


viernes, 1 de febrero de 2013

Contando, que es gerundio.



  

Llevo un rato monologando, pero con Gonzalo Escarpa, y de ahí me he ido a pensar en ese hachazo maléfico que el mundo capitalista le metió a la vida cuando la dividió en privada y laboral. Musil decía que no había que agujerear la vida con vacaciones. No recuerdo que dijera nada de esa escisión mucho más drástica que pretende que la empaquetemos dos veces al día para que las partes no se contaminen.

Entonces me he acordado de “El corazón es un cazador solitario” El doctor Copeland hace una fiesta en su casa y en el discurso dice que no sólo somos esclavos porque otro nos compre el tiempo, sino porque nuestro trabajo con demasiada frecuencia es inútil y lo sabemos. Porque pueden utilizar a dos personas para abrillantar el palacio de una sola, tener tres jardineros cuidando un jardín tapiado, o tirar la cosecha de mandarinas porque dicen que no nos gustan imperfectas, añado yo.

Me voy, tengo que seguir monologando con ese pez endecasilabizado sobre cómo seguir fomentando el tráfico de les mots et les choses.

miércoles, 30 de enero de 2013

Chats con T




Els García



Esta gripe parecía destinada para hacer un puding conmigo. Cuando no era la fiebre eran los sueños, por lo menos tres veces he saltado la tapia del patio de la escuela. Y, cuando no soñaba ni me pitaban los oídos, era la relectura de Rosaura a las 10, va la tercera o la cuarta y siempre me sobresalta ese relato perspectivista sobre la mezquindad que consiguió Denevi. 

Aún me queda gripe y libro para un rato. 

-Pero ya conoces.

Se ríe mi padre. Ya conozco y hasta chateo, y tengo ganas de cortar y pegar tal cual un trozo de esta mañana, aunque bueno, ya puestos haremos algo por la ortografía y el estilo. Pero poco.

-El psiquiatra también tenía personalidad múltiple, ¡y llegaban ellos dos! Me imagino abarrotada la consulta. El psiquiatra en realidad quería ser escritor, les pasa un poco a todos, pero ¡es que a los psiquiatras no los analiza nadie!¡nadie le entra a ese temazo!
-Te acuerdas de Gog, cuando le regala a Freud una escultura de Edipo para su cumpleaños y el otro conmovido le confiesa que quería ser escritor de ficción pero empezaron a tomarlo en serio.
-Personajazo Gog.
-¿Habrá que releerlo? ¡Si salgo viva de Rosaura a las 10! Que es demoledora. Bueno venga, lo de la pareja y el psiquiatra.
- Que después de darle muchas vueltas consiguió ofrecerles una solución, podrían quedar, verse, pero a escondidas de sí mismos. En fin, un temazo maja. Hablando de temazos ¿le has contado a Ana la historia de Inés? Esa historia es para Ana.
-Cuál.
-Pues la del tipo al que le trasplantan los tatuajes de otro desordenados, eso pasó para que lo cuente la Morgana.
-Vale, ahora le escribo.

De las crisis y de las gripes hay que salir reforzado y hasta con una etiqueta más. Por muchas tentaciones de Suicide-Machine que lleguen a tus terminales.

La imagen me la ha regalado la niña Amanda esta mañana.