Ésta semana
toda la gente que conozco en la ciudad (y no es poca) está en el cine.
“Ambulante” es una gira de cine documental y hay tanta oferta
que cada cual va con su folletito haciendo quinielas (luego nos las
contamos). Eso sí, después de comer salimos disparados.
¡Hacía tantos años que no pasaba
seis horas seguidas en una sala! Hacía tanto que no iba al cine. ¡Y mucho más que no tenía que
sentarme en el pasillo hasta que se iluminara la pantalla para
encontrar una butaca!
Me ha parecido atrevido, necesario y bien contado todo lo que
he visto (“Las Letras” de P. Chavarría, Las cartas de un activista mexicano preso con imágenes de su mundo.“Behemoth” de Z Liang, una versión de "La Divina Comedia" ambientada en una mina a cielo abierto en China y
luego cuatro cortos de postre). Pero “La manzana”, de Samira
Makhamalbaf,
una chica de 17 años, que es de ayer, era poesía. Entre peli y
peli me ha dado tiempo para un café en el Zocalo y también era un documental. En casa están viendo otra pero me he subido
huyendo.
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