Nos sentamos en la mesa de la esquina, una caja de cristal que daba al estanque de los patos. Esa tarde éramos los tres briznas de un accidente cósmico, miajas bien ensambladas, ápices imprescindibles, volutas tejiendo un tiempo que nos amalgamaba, nos dimos cuenta y empezó el futuro.
La foto es de Inés Giménez
por supuesto el título no es mío, es de Cesar Vallejo