martes, 13 de noviembre de 2007

Amanda



Ya ves. Decides no tener hijos, porque eres obsesiva compulsiva y antes de engendrarlos ya estas pensando que volveran tarde a casa, como tú, pero adoptas sin más trámite a esa peduga cuando tiene tres años, encantada con ostentar el título de madrastra (pedazo título gracias a Amanda y a Marisa, y también a Carlos)

Sólo te das cuenta de que has dado una vuelta preciosa y larga para llegar al mismo sitio cuando dicen en el informativo que ha habido un muerto de 16 años en Legazpi.
¡Esa relinda que me heredará y Legazpi!, y doy un salto: ¡me suena!. Llamo a su padre, no a su madre ni a ella, que no quiero ser alarmista.

-Localiza a Amanda, rapidito, que puede andar cerca de esa movida.

Menos mal que al poco rato, enseguida, me llama Carlos contando que están en el pueblo, que son fiestas, y también que Amanda estaba al cabal, que sabía la que se avecinaba y conocía al hermano del muerto.

Amanda ahora es un enigma intenso.

Y esta foto bonita ¿a qué si?. La hizo Carmen y estamos bien escoltadas por Jesús y Mercedes.