jueves, 22 de octubre de 2015

Enrique Banchs, un poeta que le gustaba a Borges.





Escucha, paloma, que tengo un secreto,
detiene tu vuelo, diré mi leyenda,
paloma que vuelas y giras y arrullas. ¿No sabes el cuento?
En una mañana de la primavera...
Colorín, colorado, y aquí está acabado.

Ábreme con tu pico la piel
y lleva mi grano por sobre la aldea...
[ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]
La vendimia tan llena de risas
como barca con remos de seda 
se aproxima a los suaves impulsos del Tiempo senil.