Llegó un correo tan importante que al Outlook le costó digerirlo.
Decía:
¿Ideay maje? Reaparecimos pues, acá seguimos irredentas, insofrósticas ¿te acordás de la palabra?, venenositas y bellas, ahora gordas y siempre poderosas, revolcaditas de culo pues porque la vida es así, pero insistiendo en volver a volar siempre.
Ya hacía mucho que yo estaba taloneando a Lataniamontenegro, además cerca andarán Mara y la Ñata
¡Qué alivió!