domingo, 30 de septiembre de 2007

Dice Raymond Roussel, y lo demuestra,



que en cada sílaba hay caminos posibles.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Merche, una interlocutora con bemoles

Merche ríe mucho, aunque en esta foto no lo parezca, esta enamorada de todo: De su pueblo, (me contó muchas historias preciosas: sobre todo aquella de su abuelo y sus hermanos, que se fueron a vender los melones a Madrid con un carro, y como era agosto y no tenían comida, antes de llegar se los habían comido todos, y de lo que paso a la vuelta). De los encuentros en Picos de Europa durante veinte años, de la espeleología, de sus amigos, de Nicaragua, de Cuba, (que contó magistralmente auxiliada por Javier, que vino con Blanca a pasar el fin de semana y me encantó), de Maite, su nieta, de Héctor, su hijo, de Maria, su complice, de Lauri, ¡ese Lauri!, del tomate, de la salud, de la vida y de Javier.

Se lo puede permitir: ni un sólo día he visto a Merche esquivar el dolor.
Además ella no es clara: ha decidido ser transparente.

Estábamos leyendo las dos en la cama, en la habitación de Martín, con el frontal. Ella leía una historia longuísima de chinos que me iba contando, y me dí cuenta de que
Mercedes siempre está escalando, conoce muy bien la importancia de cada detalle del terreno y me estaba diciendo todos los días eso: como había que clavar la pica en este momento para seguir subiendo. Ella, por ejemplo, en un momento clavó la pica en la UNED y estudió psicología para buscar sus recursos y los nuestros donde estaban, y en otro momento se fue a Nicaragua, y ahora ha estado reuniendo tranquilidad para descubrir lo que hará.

Gracias
Merche, lo utilizaré todo (también pienso en mis bronquios), ah, y muchísimas gracias por lograr que empezara, por fin, a llorar (ahí solte el moco con Blanca el sábado, ¡para aumentar el cauce del rió seco!, decía intentando justificarlo entre hipos y gin-tonics: todo muy transparente).

He decidido mantener el



que tenía que ser simbólico
encendido



Y gracias
Cancalara. Vos si me conoces.Vos si sabes cuidarme.

No tengas más dudas:

¡NADARÉ!

(y el Joselin me dijo que también, ya no nos damos más consejos que ese, vaya trio, ¡nada!)

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Pregunta


Cuenta Penélope Glamour en su blog las cosas que dice una niña prodigiosa, que viene del campo, cuando llega a Santander. Entre todas esas perlas yo me he quedado prendada de la pregunta que soltó, extrañada, al ver el asfalto:

-¿Por qué han tapado lo verde?

lunes, 24 de septiembre de 2007

Joan Margarit




Hacía años que no había vuelvo a leer a Joan Margarit. Compré
Casa de Misericordía antes de irme y ayer vine leyendolo en el tren (lleva dentro aún los dos trozos del billete), esta mañana he visto en el periódico que leía poemas por la tarde y allí me he ido. Reconozco que a más a más, que dicen los catalanes, como persona me seduce mucho, sobre todo por su voz. Soy una hiperestésica con las voces, puedo llegar a adorar a alguien o a odiarlo por la voz. Intento no ser injusta, pero la voz no es así no más un asunto solo de timbre. Me he alegrado mucho de ir porque me ha conmovido y me he encontrado con Maria Tena que también se iba a casa emocionada.

Aunque no me siento bien eligiendo poemas hasta mucho tiempo después, (no sé por qué, eso no me pasa con la prosa, que la puedo cortar en cachitos sin pudor), voy a intentar quitarme esta manía, voy a copiar uno.

APILANDO LEÑA

El hombre suele recoger del bosque
troncos caídos con la tempestad
Va apilando la leña tras la casa.
De cada uno sabe qué lo hizo caér, dónde lo recogió.
En las noches más frias contempla las llamas.
Va quemando los restos de lo que ama.

(la foto de nuestra yuca, yo prefiero llamarlo izote, no tiene un porqué aquí, la yuca ni arde, es un cactus, ustedes disculparan que presuma)

Retourne



Han venido Tatiana y Blanca a pasar el fin de semana y esta mañana he decidido volver. En algún momento tenía que hacerlo y siempre actúo así, no encuentro la manera de programarme, tengo que retomar rutinas, supongo, y nunca sé qué decide el momento.

-Me vuelvo con vosotras, -he dicho en el desayuno-. Anda Tati, sácame el billete que tu sabes cual es el tren.

Tres minutos antes de salir de Granada no aparecía mi localizador. Luego ha aparecido el peine. Tati se ha equivocado y ha sacado el billete para el mes que viene. He creído percibir una sonrisa de satisfacción entre los tres tipos que me atendían en reclamaciones y he pensado no había inconveniente, que hasta podria quedarme un mes más.

-Coméntalo con el revisor, pero no creo que puedas irte.

Decían, como si decidieran ahora ellos mi destino.

El revisor, gran tipo, ha dejado que el tren arrancara conmigo dentro. Va lleno `pero ya lo vamos a solucionar, me ha dicho. Luego lo he invitado a un café y al rato ha venido a darme el trozo que había cortado.

-Te vas a la estación y que te devuelvan el dinero, que es para el mes que viene.

Le he regalado unos mangos recién cogidos como agradecimiento

Martita fait du theatre. Voy a prepararme para ir a ver exposiciones mañana, o llamaré a alguien para tomar un café, tendré que adaptarme a esta velocidad. ¡Qué vértigo me ha dado llegar a Madrid!.

La tormenta




Hay tormentas tremendas desde que nos hemos levantado, todo parece mentira con esta luz mortecina. Entre tormenta y tormenta Wiep ha ido a recoger los mangos que se han caído, los hemos pelado y estamos preparando mermelada. Todo huele mucho y los árboles se cimbrean como pueden para no dejar escapar más fruta.

Hacía un rato que nos preguntábamos de dónde venía ese sonido nuevo, no era el aire, no eran los truenos, no era tampoco la lluvia. Nos hemos asomado al barranco y ¡gran sorpresa! era el río seco (que además de ser un río seco se llama así). De pronto ha dejado de hacer honor a su nombre, sospecho que tendremos río solo durante unas horas, pero es un gran placer oírlo por fin, aun sonará mejor cuando lo dejen los truenos.

El Molino es ahora holandés. O quien sabe. Nos manejamos como podemos en cuatro idiomas sin organizar. El rubio, que lo habla todo, anda entre didáctico y muerto de risa. Se está inundando la nave y seguimos la pista a los regueros de agua sin decir palabra: justo cuando se iban a inundar los baños que están en obras se ha abierto un boquete en el porche y el cauce ha preferido cambiar la ruta hacía el río.

Inevitablemente alguien recuerda Centroamérica, casi todos hemos vivido allí y aquí es como allí casi todo: el Izote, los mangos, las chirimoyas, los arrayanes, las guayabas y esta lluvia.

René contra los elementos; ha montado una expedición en lo peor de la tormenta y aquí me he quedado, con la linterna y la batería del portátil. Menos mal que no soy miedosa, pero no puedo salir, estoy cercada, solo tengo zapatillas de lona y no puedo arriesgarme a la tristeza infalible de los pies húmedos.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Platón desterró a los artistas por temor a que mostraran que lo-que-ocurre no tiene correlato ideal (Chantal Maillard)



20/Septiembre/2007

He estado leyendo a Chantall Maillard, cuando la leí, antes, noté que necesitaba releerla con más silencio.

No puedo ni quiero elegir un poema, lo que me importa es otra coherencia, poder dar saltos hacia otra continuidad, en otras direcciones.

La claridad es dura cuando esta al borde de lo inaprensible (cuando es lo que acontece).

No quiero elegir pero al final transcribo, selecciono, devaluo, interpelo, delimito, fracaso:

Mejor no diga nada
Seria inútil. Ya ha pasado
Fue una chispa, un instante. Aconteció.
Yo acontecí en ese instante.
Puede que usted también lo hiciera.
Suele ocurrir en los poemas:
terminan condensándose las formas
en nuestros ojos como el vaho
sobre un cristal helado;
las formas, con su herida.
Pues quien contruye el texto
elige el tono, el escenario,
dispone perspectivas, inventa personajes,
propone sus encuentros, les dicta sus impulsos,
pero la herida no, la herida nos precede,
no inventamos la herida, venimos
a ella y la reconocemos.



(
Matar a Platon, Chantal Maillard)

Se rompe algo y todo cambia


17/Septiembre/2007

Anoche rompí la bombilla así que encendí muchas velas porque quería leer, al final terminé absorta con los hoyuelos de la pared y la marcas del pesebre.

-No sé si eres tonta o haces meditación, pero ¡que guai te sientes! ¿no?.

Me dice mi hermana con frecuencia. Y la verdad es que yo tampoco sé si soy tonta o hago meditación, pero me gusta que tiemblen las formas de cada letra sobre el cuaderno al ritmo de las velas, y me colman las sombras, y ya no escatimo el tiempo.

martes, 18 de septiembre de 2007

Habemus conexión



Asi que como soy una precipitada pego, tal cual, lo que había anotado. Sin ordenes ni sentidos.


10/Septiembre/2007

Quedan trozos de noche, pienso siempre cuando llego al molino, y soy tan afortunada que estoy sentada en uno de ellos. Espero a que se vayan todos a dormir para que no haya ni una luz.

El infierno, al revés de lo que se cree, es un lugar ininterrumpidamente iluminado. En los lugares donde habitamos se llama oscuridad a la penumbra, pero la oscuridad de verdad sucede muy pocas veces y muy lejos de lo cotidiano.

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Mañana viene Rene, hace un año que no nos vemos. Pasará de ser lejanísimo a íntimo en cinco minutos. Pero esos cinco minutos son importantes. Nos permiten percibir mucho mejor que los días posteriores todo lo que hemos cambiado.

Las primeras preguntas y respuestas, su entonación, contienen todas las claves. No volveremos a mencionar los temas centrales, pero sabremos como irlos matizando. Sabremos influirnos, con qué bromear y en qué cuidarnos.

¡Ojala fuésemos capaces de acercarnos y alejarnos de los que nos importan más veces!.

Para desaprenderlos y desaprendernos, dirá Merche.
Para deconstruirlos y desconstruirnos dirá Rene.

aunque no es exactamente lo mismo.

Pero eso lo dirán después, dentro de unas cuantas cenas.

11/Septiembre/2007

Hay que, hay que, hay que. Tornillos, pintura, cristales, correo, periódicos, tabacos, llamadas, bancos. Hay que bajar a Almuñecar. El molino abduce y siempre es una mala noticia tener que bajar a Almuñecar. Pero Blanca sabe como estimular y recuerda las primeras navidades, cuando aquí no había nada más que sacos de cemento y una enorme chimenea donde terminábamos apiñados y dice:

- ¡Vamonos guajirita que nos estamos apropiando del espacio, no podemos parar!.

Y la verdad es que ¡cómo nos hemos civilizado!. Apropiarse del espacio es degustar todas estas fases como si fueran eternas. Sin aquellos lodos esto no tendría tanta importancia. Y ahora es un gran placer poder celebrar la llegada con todo recogidísimo y una nevera auxiliar repleta de bebidas frías.

La conquista del nuevo espacio prosigue, hay que pintar la habitación. Siento que esta es mi primera habitación propia (que nadie piense que esto es un guiño y que idolatro a la Wolf , solo me parece un modo exacto de nombrarlo), la cosa tiene otra miga que tengo que comentar con la psicóloga (de bolsillo le decimos y se dice), Merche, que ahora lee en el porche. Para empezar la habitación tiene dos paredes de cien años, una tiene la marca del pesebre, y otras dos paredes de tres años o por ahí. Por cierto que chupan tanta pintura las paredes muy viejas como las muy jóvenes.


12/Septiembre/2007


La Blanch se va a Madrid, no puede escaquearse, están grabando, en la recta final.
Sucede.

Extraño trío Merche, Rene y yo.

Conversación anual, terapia Roemesma para alejarse del propio ombligo y recoger las armas y actuar. Las grandes responsabilidades, lo importante, las tareas. El “para qué”.

Con Merche, conversaciones esclarecedoras también, atentas.


15/Septiembre/2007



Blanca ha venido el fin de semana. Hemos ido a las Alpujarras pero no nos hemos sentido muy impresionados, sigue siendo su mejor tirón la sonoridad de su nombre.

A la vuelta hemos pasado otra vez por el mar de plásticos. No hay nada peor que desear una sequía para que esta mierda se acabe. Creo que uno de los lugares que me ha dado más asco en el mundo es El Ejido, con sus ricos nuevos, analfabetos y esclavistas. Todo esta bien tapado, aunque se vea desde el espacio, los plásticos disimulan bien a los inmigrantes que trabajan y sobreviven ahí debajo, cocidos en sustancias tóxicas.

Luego, en las conversaciones de salón nos rasgamos las vestiduras: ¿Cómo pudieron convivir los centroeuropeos con los campos de concentración en la orilla de sus ciudades?, decimos, mientras saboreamos un inocuo tomate.

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Durante la cena Rene nos ha estado hablando de los Mai-Mai, tribu guerrera congoleña en la que existe la inmortalidad aunque exista la muerte. Solamente se muere en la batalla si se transgrede la ética de la guerra: si se roba a los vencidos o se viola a sus mujeres. Dicen los que quedan vivos.

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He rematado el día sentada dónde se intuye el mar, donde la montaña se hace noche, tomandome un gin-tonic a la orilla del rio seco, cuanto todos se habían ido a dormir y no quedaban luces. Y he notado que la imaginación y el tiempo son largos cuando te espera una habitación tan jóven y tan vieja y tan blanca.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Nostalgia de ciclos y armonías.



Me cuesta soportar que me empiecen a hablar de las vacaciones de verano en marzo y que me intenten vender la lotería de navidad desde julio. Odio que me hagan pensar en las fiestas del Pilar en agosto.

Ese adelanto de fechas me recuerda lo que le pasaba al motor del dos caballos, aquella correa seguía girando, hasta iba más deprisa, pero patinaba, no podía agarrarse a los piñones.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Suicidios evitados




Otra cosa buena de los blogs son las ganas de copiar aquí las cosas que voy leyendo. Aunque me reprimo.
Acabo de leer "Álbum de Radiografías secretas" de Sender y, entre otras muchas historias sabrosas, cuenta esta que ocurrió a dos amigos suyos:

"Hallándose los dos en Málaga en una casa de campo durante la guerra civil española (...) se vieron un día rodeados y amenazados por los fascistas y sus vanguardias marroquíes y decidieron suicidarse. Entre los sabios las fronteras de la vida y la muerte son más fluidas que entre nosotros. Decidieron matarse de la manera menos dolorosa posible. Una inyección de cianuro de mercurio. Y Peter Chalmers la preparó y ofreció la jeringuilla a Jeans quien advirtió inocentemente:

-No, hombre, primero hay que hervir el agua.

La reacción de Jeans era producto del automatismo defensivo. Peter Chalmers rió a gusto y dándose cuenta Jeans, los dos celebraron aquel gracioso absurdo. Aplazaron el suicidio.

Afortunadamente no tuvieron que suicidarse porque un barco inglés fue a Málaga a recogerlos y a llevarlos a Londres"

domingo, 2 de septiembre de 2007

David




¡De los intentos de permanecer quieto!, decía, y he terminado comiendo con Carlos, me lo he encontrado "en la otra casa", había venido a ver a mi madre. Hemos comido en un restaurante colombiano tan bien ambientado que a ninguno de los dos nos hubiera extrañado salir a la calle y estar en la Zacamil. Ha sido una comida productiva, hemos estado hablando de David. Desde que me enteré de la muerte de David, el pequeño comandante, he tomado más conciencia de que él es lo más cercano a un mito con dos piernas que voy a conocer en mi vida, es una sensación de privilegio extraña, difícil, noto que debo hablar de David, ¿retratar a David?.
Ya empecé, a mi modo, de soslayo, poco antes de enterarme hace quince días por Marisa de que había muerto, en la cama, de un cáncer raro.

-Marisa dice que David era un guru. ¡Qué extraño decir era!. Yo estoy de acuerdo pero además me parecía un chaman y un místico. Todos los que lo conocimos sabemos que David no era de este mundo Marta.

Me dice Carlos y se ríe.

-Palabra de Indio

-Pero tampoco nos impresionaba que no fuera de este mundo, no nos impresionaba nada. Una vez baile con David, luego siempre le di calabazas, aún recuerdo como me recorrían extrañas ondas magnéticas.

-Además de David tu sabes más cosas, siempre he pensado que a ti te dejó conocerle, puedes empezar por hacer memoria con nosotros. ¿Tendríais problemas concretos?. ¡Hablasteis durante casi tres años ininterrumpidamente!. Si hasta notas tendrás. Haz memoria. Nosotros te podemos dar información muy concreta, de la guerra, antes de que lo conocieras, él era el responsable de las FAL, una escuela militar del Frente en Chalate, y Chalate era la zona más dura, ser místico, guru y chaman no estaba reñido con ser estratega militar entonces.

-Y cura

-Eso y cura.

Tuvimos problemas concretos, muchos, ¡como no los vas a conocer!, el que más recuerdo era con un chaval de dieciséis años que había violado a las hijas de su compañera, que tenían trece y catorce.David me pidió consejo pero tenía su decisión tomada. No lo iban a denunciar, había que hablar con él, y con las chavas, había que averiguar si eran o no violaciones primero, era normal que hubiese habido connivencia por parte de las chicas, al final el padrastro era casi de la misma edad, y era posible que ellas lo hubieran contado porque en aquella casa lo que había era una disputa, o simplemente un juego que a veces se desequilibraba.

-Y cuando sepamos realmente que pasa, entonces podremos actuar, usted con sus armas y yo con las mías Marta - me decía el comandante. No dude que las tenemos.

Cuando me decía aquello todavía me sentía más inerme, recuerdo que aquella noche miraba el caño desnudo de la única tubería que soltaba cuatro gotas, acababa de lavarme las manos con un jabón que había traído Mariantonia de un hotel de cinco estrellas. Me olía las manos, miraba el caño y aun entendía menos. No era solo entender que el sexo era otra cosa allí, y era otra cosa la muerte, y era otra cosa reproducirse; las fronteras estan menos definidas-como en la chabola de
Tiempo de Silencio- pensé , y me di cuenta de que no había entendido nada.

-Aquí las cosas son bastante terribles, pero fuera de aquí son peor, aquí podemos hablar con él, no es mal chamaco, si va a la cárcel desaparece, nos lo cargamos, y destruir una vida con una decisión luego pesa.

Estábamos sentados en el porche de la casa comunal que era mi casa. Y oíamos las carcajadas en la champa de al lado, en la que se desarrollaba el embrollo.

-Oiga Marta, y no me juzgue. Esos no suenan mal. Se ríen. Tienen tortillas y frijoles y se ríen, la madre anda panzona, y los chicos juegan, y juegan. El padrastro es otro chico.Lo tiene en clase y lo sabe. Aquí el sexo es animal, sin dramatismo, sin consecuencias, sin Freud, sin Shakespeare. Ahora bien, tiene razón: surgió un problema, tendremos que resolverlo porque es social, y este desvergue de que todo el mundo vaya regando hijos, sin tener siquiera que salir de la casa, es grave, sobre todo para las mujeres, y si no se cuenta con ellas ya no hay nada que contar, y una cosa le voy a decir, aquí esto hay que hablarlo con Albertina y que convoque una reunión con las mujeres. Y usted sabe que hay que pensar a corto, medio y largo plazo. Y no hay que pensar en lo que el problema tiene de uno, sino en lo que esconde de todos.

Me dijo, y yo no dije nada..

-¿Y de qué más hablabais?

-De filosofía, a mi me quería en realidad para hablar de filosofía. Wintgesnstein lo llevaba de culo. Recuerdo noches y noches cenando en ranchones de vuelta a San Salvador desde Chalate. Mezclaba con todo su obsesión por Wintgenstein aquella temporada, pero siempre tenía sentido oírlo pensar en voz alta, otro sentido, nunca podré reproducirlo. Tambien me hablaba mucho de su estancia en Rusia, y en Vietnam. Una de aquellas noches la PNC nos registro a ver si llevábamos armas. Yo creía que no, claro, pero El Petit empezo a desmantelar el coche y había de todo, largas, cortas, en fin, estaba sentada encima de un arsenal, legal, eso si.

-Si podrás. A Marisa casi la volvió loca, estaban los dos en la mesa de los acuerdos de paz, y David seguía en su nube, tranquilito, poniéndolos nerviosos a todos. Yo creo que con nosotros descansaba por lo que dices, porque sabía que no lo reverenciabamos, que nos reíamos de él y con él, el petit, sonrisa plateada, le decíamos de todo. ¿Te acuerdas que peleas con su busca cuando tenía que venir a pagarnos?, y luego nos quedabamos sin agua y aparecía el comandante con el picap lleno de guacales. Lo dicho, era un estratega.

-Era pragmático y era utópico, estaba convencido de haber encontrado la intersección entre las dos cosas. Y a veces tenía razón. Sigo creyendo que iba bien. La cooperativa funcionaba, la gente vivía un poco mejor en Las Minas, unian fuerzas, otro día te cuento el robo del ganado.

-Claro, pero sobre todo lo que tenía David era gente. David tenía una base social. Y tu sabes porque tenía a tanta gente de su parte, entre otras cosas porque los conocía, o todos se sentían conocidos, únicos, atendidos por él.

Bueno, por hoy vale de David, que me voy a leer los periódicos, aún me están esperando en la terraza.

sábado, 1 de septiembre de 2007

De la quietud y los sábados.




Hay muchísimas cosas que no me gustan nada de mí misma, pero creo que la que menos es esta tendencia a que todo me resulte un poco indiferente. Retraso las vacaciones y no pasa nada. Al balcón a leer el periódico tan contenta con mi palmera de fondo. Además los espacios se convierten en otros cuando se supone que ya no deberías estar allí, que deberías haberlos abandonado hace rato y con prisa.

Ya en la terraza, y aunque no tengo ni una cerveza para tomar vermouth, tengo una imagen placida del mundo: me imagino que en este momento hay un montón de amigos haciendo lo mismo que hago yo, buscar un rincón solitario con sol para leer los periódicos, seguramente los mismo periódicos, c´est veut dire, los sábados El País y el ABC. Me gustan las sincronías aunque sean vulgarzotas, y es una coartada para recordar unas cuantas caras agradables, incluidas algunas que hace años que no veo, un modo sencillo de sentirme muy acompañada.


Como telón de fondo sigo pensando que debería hacer una lista de las cosas que no me gustan de mi misma. Pero enseguida me paro en el título de un libro de Jenny Diski, a quién no conozco de nada: “de los intentos de permanecer quieto”. Ese tema me interesa, pero la verdad es que estar de vacaciones y no tomarte siquiera un vermouth me parece fatal, leer eso, precisamente ahora, se carga mis intenciones de permanecer quieta. Ahora vuelvo