martes, 27 de enero de 2015

Durante la ciercera.









No para el cierzo. Después de tantos días así no hay duda, a algún sitio se nos quiere llevar.Chocan todos los hierros que se quedaron sueltos con un ruido  tan geométrico que se queda chiquita la tortura de la gota, rugen los árboles, chillan las tuberías y un par de homínidos que estaba discutiendo en la plaza ha terminado en enganchada, y es que van muchos días y cualquier manera de evitar que se te lleve una volada de aire parece buena.

Produce incredulidad que la cama no salga volando conmigo y con los poemas.


Algún día
Algún día te escribiré un poema que no
mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.

Algún día te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.

Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas;
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha. 


DARÍO JARAMILLO