No paro de predicar, a veces me
oigo con eco. “Lo mejor a lo que se puede aspirar es a una vida llena de
contradicciones y bien conversada”. Por eso me he tirado por un barranco de
silencio durante cuarenta días. Sospechaba la cifra pero lo tuve que constatar
luego. Ha sido una cuarentena reveladora: aprendí a distinguir ruido y sonido, atravesé
todos los ánimos sin nombrarlos, recordé mucho mejor los sueños y, poco a poco, casi consigo oírme callada: pero cuando
más próxima estaba de esa meta escuché a mi cerebro aplaudiendo, dándome las
gracias por la ampliación del espacio.
SAN JORGE Y EL DRAGÓN ¿SABEMOS QUIÉNES SON? ¿QUIÉNES SOMOS?
-
(Publicado en Aragón Digital, 25 de abril de 2024) La gran mayoría de
quienes tienen como patrón a San Jorge apenas saben que fue un soldado
romano martiri...
Hace 7 horas