miércoles, 14 de septiembre de 2011

Sobre preferencias y fantasmas


Teníamos la puerta abierta. A mí me gustaba cerrarla con llave por la noche, porque prefería que hubiese un fantasma dentro de la habitación en vez de pensar que pudiera entrar. A Jack, en cambio, le gustaba dejarla abierta. Nos lo echamos a cara o cruz y ganó él. Oímos un ruido en la puerta de entrada y unos pasos por el pasillo de la cocina

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Imagen Vlad Artazov