martes, 27 de enero de 2009

Carmen Camacho




Los que conocemos a Carmen Camacho sabemos que para ser buen poeta no hace falta estar todo el rato muy serio. Luego vemos a algunos de esos poetas engolados y temblamos.

Nada más levantarme, vagando, me he encontrado con Carmen que decía:

Hay versos que me pertenecen más que cualquier otra glándula. No los escribí yo, los pillé por ahí, me los hinqué, los contraje. Y como divertículos, cálculos, marcapasos, llevo años con ellos dentro.


P.D. que yo se que pasas por aquí, te debo un correo largo guapa.

sábado, 24 de enero de 2009

Para después de un cumpleaños infantil





A veces es como si le hubiera encargado a Rafael Sánchez Ferlosio que pensara para mí, qué me ayudase a cruzar más allá del borde de las ideas cuando me quedo atascada.

Un ejemplo:

(Anacarsis) Cada vez más ejemplarmente piadosa resulta hoy en día la respuesta del escita Anacarsis, que visitó Atenas en tiempos de Solón, cuando los atenienses le preguntaban que por qué no tenía hijos: "Por amor a los niños".


La imagen es de Gilbert Garcin

viernes, 23 de enero de 2009

Por si queréis escuchar




Doña Blanca Diego manda un enlace 

Tatiana Miralles un artículo sobre Congo, las Lolas-Mora conocen algo ese ininteligible lugar

Y ayer pasé del periódico, pero hoy Paco Gómez Nadal ha traído a don Rafael Sánchez Ferlosio , la imprescincdible compañía, bien temprano.

La imagenen es de Perjovschi

jueves, 22 de enero de 2009

Madurando hacia la infancia





Afuera llovía, aquí dentro no ha pasado casi nada.  Bueno sí, por la mañana, más o menos temprano, me he acordado de una disputa sobre cuál era la mejor canción de amor de todos los tiempos, yo defendía Arponera y el otro defendía Por amor al comercio. Casi nos enamoramos de tanto defender que la mejor canción de amor de todos los tiempos tenía que ser de  Esclarecidos, mas  no, c´est tres dificil enamorarse. Él devino en crítico musical reconocido, tendría razón, será por Amor al comercio. Yo siempre recuerdo que contaban que escribian las letras aprovechando semáforos y atascos. Algo estuvo siempre claro: Cristina Lliso se parecía a la madre de la lata del cola-cao.

Luego he trabajado recio en cosas bien pequeñas. Más tarde me he deprimido un rato, pero la conozco y no la dejo entrar, nada de posturas fetales ni encogimientos, té rojo con hypericum y música de otro calibre.

Luego ha llegado Sandra, que ya me contó que iba a venir para hacerme reír y llorar, ha traído nuestra infancia enlatada, el tío Marino y su super ocho, que era peor grabando que yo, pero grabó la construcción del paraíso. Y mi comunión, aunque yo casi no salgo.

Tomás, que tiene seis años, me ha dicho:

-Tú estás y has estado siempre loca, que te he visto.

Y me he sentido bendecida por el niño.

-¿Como lo organizamos, la Ponderosa a un lado y por otro bodas, comuniones , y viajes, y reuniones?

-Mira, mejor cenamos todos juntos mañana, lo vemos y lo decidimos. Lo más natural sería nuestro ritmo de crecimiento

-Y por fín Malena va a darse cuenta de que no está sola en eso de ser la mayor. ¡Es duro ser la mayor de los pequeños en esta tribu eh!

- Pues claro, por eso la tía Marta se hace la loca, Tomás. Y Malena lleva su camino.

El título no es mío, es de Bruno Shultz, he reincidido, lo mío son las tiendas de color canela, no podré dejar de ser barroca, no me va a dar tiempoooooooooooooooooooo.


El regreso de Carmen Herrera.



Carmen ha estado unos meses en la India y ha vuelto cargada de imágenes. 
La gracia de Carmen es el da-sein, el estar ahi, merece mucho la pena dar una vuelta, y más vueltas por sus fotografías, y seguirle la pista en su nuevo blog .

Bienvenida

La foto es suya, claro.

martes, 20 de enero de 2009

El doble destino


Y ya que hemos hablado del destino, es también como si se tuviesen dos destinos: uno activo e insignificante, que se cumple, y otro inactivo, importante, que jamás se cumple
                                      
                                                                                                 Robert Musil   El hombre sin atributos

La imagen de Robert & Shana Parkeharrison  

lunes, 19 de enero de 2009

Siempre tarde

crece el mal por razones que ignoramos

y es una inundación con propios líquidos,

con propio barro y propia nube sólida

dijo Cesar

Vallejo.


-Ojala sea un trabajo que quede pronto caduco, dijeron Leire y Blanca cuando en el 2004 grabaron esto

-Mis hijos se han meado de miedo, luego me han preguntado que cuando nos toca morirnos a nosotros-Oí decir a una Palestina en Informe Semanal.

-"¡Boicoteemos los productos judíos!", decían alguno de los correos que me mandaron estos días. Perdón, israelíes, pero ¿cómo se boicotea el dinero que han invertido en armas?

-El problema se enunció bien clarito ya en la guerra de los seís días, decía en un articulo José María Ridao: a los israelíes le gustan los países árabes y  los árabes no.

Hoy Gaza ya es pasado, mañana toca sainete. Y aún en el caso de que alguna esperanza racional exista, que lo dudo, me dá muchísima guacala la puesta en escena y no me he olvidado del capítulo anterior de esta inmunda serie.

P.D. Empecé a decir que tenía guacala cuando me di cuenta de que la palabra asco estaba desgastadísima, guacala es más expresivo, va con gesto, con los dedos ahí, en la campañilla.

Otro P.D. y mientras todos comiendo mierda, como en el cuento de Carriere que trajo a colación Jesús Alonso

domingo, 18 de enero de 2009

¿Cuántos peldaños tenía la casa de Margarita Wittgenstein?



El Concursante 

Vi El Concursante anoche,  ya palpitaba el despertador hace dos años, pero esta película  hasta ha cambiado de género, ¡ya lo siento!,  el tiempo la ha hecho más verosímil, ya es realista del todo y para todos, ha llegado la hora, dentro de cinco minutos sonará otra vez una alarma. 
 Cómo estoy susceptible las cazo al vuelo y oí que la Cayetana decía en la presentación del programa: 
-ahora que se habla casi todos los días de la crisis.
Y ese casi me chirrió en las entretelas.
Y me gustó mucho, mucho, el director, Rodrigo Cortés,  pero también tuvo un patinazo hablando de los blogs. Dijo, más o menos, que no entendía por qué había gente que se levantaba y se ponía a contar de qué color era su ropa interior o lo qué pensaba de tal película. 
Lo de la ropa interior me recordó aquel pijama de Roque Daltón que pusieron en una vitrina, en una fiesta selecta del FMLN.  Después ni intenté calcular los millones de detalles sin importancia que llenan los archivos universitarios: todos conocemos investigaciones, que yo llamaría patológicas, que nos informan sobre a qué hora se cortaba fulanito, gran autor, las uñas. Me niego a considerar que tenga importancia la ropa interior de nadie, genial o no. Sin embargo tengo la impresión de que cada cual puede anotar lo que le plazca, incluido esto, en su libreta. 
(Rodrigo Cortés sólo metió la pata,  no es el culpable de toda esta rabia y esta necesidad de aclarar que en mi libreta escribo lo que quiero, y que no me importa todos los días la fortuna creativa y la calidad literaria, una suerte como otra cualquiera) 
El INEM: 
Estuve sentada frente a un señor imbatible durante tres horas, vi cómo se reconstruía, entre número y número, para poder estar a la altura del siguiente paciente. Cada uno de nosotros desató su climatología gélida desde la otra silla, cada historia era un vendaval distinto que le obligaba a agarrarse al borde de la mesa;  lo hacía disimulando. 
No perdió en toda la mañana la sonrisa y, sin embargo, pocas veces he visto tanta tristeza en un rostro como cuando aprovechaba los pocos segundos que le quedaban, las dos o tres inspiraciones hondas, entre número y número. 
El miedo a la locura 
Clasificación
(con frecuencia progresión) 
-Miedo a que te traten como a un loco
-Miedo a que te vuelvan loco
-Miedo a que te crean loco
-Miedo a parecer loco
-Miedo a estar loco 
Creo que sólo hay un modo de disolver esos concentrados, abusar de la capacidad para reírse de uno mismo, es decir “hacerse el loco”, blindarse. 

La vuelta a la filosofía 

Por los riesgos que entraña, como  anunciaba Confucio, el conocer sin pensar y el pensar sin conocer, he vuelto a la filosofía. 
Para Aristóteles el verbo es ver, para Kant pensar y para Wittgenstein decir. 
En la última proposición del Tractatus la lógica y la filosofía se vuelven  por fin poesía. He vuelto, un poco, a la filosofía, necesito un rato. He utilizado para entrar la misma puerta por la que salí, la proposición 6.56 del Tractatus,  que dice: 
Mis proposiciones son elucidaciones de este modo: quien me entiende las reconoce al final como sinsentidos, cuando mediante ellas-a hombros de ellas-ha logrado auparse por encima de ellas  (Tiene, por así decirlo, que tirar la escalera una vez que se ha encaramado en ella)
Tiene que superar esas proposiciones; entonces verá el mundo correctamente.

El retrato se lo hizo
Klimt a Margaret Winttgenstein, su hermano le diseño la casa, y yo intento imaginar sus escaleras.

miércoles, 14 de enero de 2009

Consejos para utilizar cofres literarios



Habrá siempre más cosas en un cofre cerrado que en un cofre abierto


Gastón Bachelard La poética del espacio
Ed Fondo de Cultura Económica

La imagen es de Luis Buñuel.


lunes, 12 de enero de 2009

Testamentos, grafomanía y delitos



Ayer leí cosas demasiado largas y también el testamento de mi tío. Quizá por eso recordé a Virgilio Piñera quien, tras el nombramiento de Batista como presidente en 1940, escribió un testamento literario muy corto.

Decía:

Se entregarán todos mis papeles literarios a mi amigo, José Lezama Lima, quien procederá a destruir de los mismos todo aquello que signifique "lugares comunes" en la evolución de la literatura universal.

¡Qué hombre más responsable Virgilio!¡y qué suerte tener quien te borre!
Me gusta mucho ese testamento y también me gusta este cuento:


Grafomanía

Todos los escritores-los grandes y los chupatintas-han sido citados a juicio en el desierto del Sahara.
Por cientos de miles este ejército poderoso pisa las candentes arenas, tiende la oreja-la aguzada oreja-para escuchar la acusación.
De pronto sale de una tienda un loro. Bien parado sobre sus patas infla las plumas del cuello y con voz cascada-es un loro bien viejo-dice:
-Estáis acusados del delito de grafomanía.
Y acto seguido vuelve a entrar en la tienda.
Un soplo helado corre entre los escritores. Todas las cabezas se unen; hay una breve deliberación. El más destacado de entre ellos sale de las filas
-Por favor...-dice junto a la puerta de la tienda.
Al momento aparece el loro
-Excelencia-dice el delegado-.Excelencia, en nombre de mis compañeros os pregunto:¿Podremos seguir escribiendo?
-Pues claro-casi grita el loro.-Se entiende que seguiran escribiendo cuanto se les antoje.
Indescriptible júbilo. Labios resecos besan las arenas, abrazos fraternales, algunos hasta sacan lápiz y papel.
-Que esto quede grabado en letras de oro-dicen.
Pero el loro, volviendo a salir de la tienda, pronuncia la sentencia:
-Escribid cuanto queráis-y tose ligeramente-, pero no por ello dejaréis de estar acusados de delito de grafomanía.

Virgilio Piñera El que vino a salvarme Ed Cátedra.

La imagen es de Michel Bartory

viernes, 9 de enero de 2009

Otra propuesta posible: la confesión



Para hacer tiempo o porque es viernes, o para averiguar qué significa no levantarse a las cuatro y media y no almorzar pan con ajo con Fátima, para celebrar el finiquito o para gastar diez minutos, o porque estos parlantes son la hostia y se clava cada nota en la quijada.


O porque le voy a contar a la Blanch de Vero dentro de un momento, desde el principio y desde muy lejos, desde aquí (contar relaja y con dos cabezas se piensa mejor)

O porque sueño con círculos de tiza verde, de eso sí me puede acusar cualquiera.

O simplemente porque me gustan los Gotan un montón.

jueves, 8 de enero de 2009

Algo de cuando oía nocturnos por la mañana


También encontré a Jacques Loussier en el ordenador, y muchísima música más, pero me paré en Loussier, recordé que al pichi le entusiasmaban las teclas firmes, le siguen gustando, como al indio, en aquella casa siempre suenan pianos. A mí me parecía la banda sonora de una película muda Loussier, tocando lo mismo de un modo tan imprevisible siempre.

Luego he vuelto a leer Hilos, no pienso prestar ningún libro de poesía, ni pienso volver a fumar cigarrillos, ni pienso... bueno, pensé copiar algo aquí, así que lo hago.


¿Corté el hilo
o simplemente lo solté?
¡Se sueltan tantas cosas!
Y ¡hace tanto tiempo! El aire
se entumeció. ¿O fue la mano?
Quedó en suspenso, creo, suspendida
No sé si lo recuerdo. ¡Inventamos
tantas cosas!

Hilos Chantall Maillard

Tiene que haber muchos más elementos de los que estoy echando en falta


Este ordenador no es el mío y no paro de encontrar lo que no busco, entre organizadísimas carpetas tituladas Tecnecio y Teluro encuentro una mía, muy vieja: Temarios ¡Qué simpleza!. Las carpetas parecen cajas pesadísimas y no sé qué hacer con la tabla periódica, me animo y sigo, luego viene Terminología de los efectosTitanio y Vanadio, y así.

No es la primera vez que me las veo con la pesada tabla, es lo que pasa, tanto casarse con los de ciencias, con los químicos.

La foto es de vanadio.

martes, 6 de enero de 2009

Otro buen Nadal



A la mierda la posteridad, y la alta literatura, cuando le echa la garra por encima la vida (espero que nadie venga a contarme anécdotas para disuadirme porque a alguien tienes que querer, y yo a la Maruja la quiero desde hace mucho, como quería a Vazquez Montalban; porque me hacen compañia)

¡Me alegro un montón del premio!, como me alegré el año pasado, es una suerte que den todavía premios a personas que siguen del todo vivas, Casavella también lo estaba, vivo digo. Y eso no es tan fácil.

sábado, 3 de enero de 2009

Gula y crítica, los sueños de Goytisolo y otra tábula rasa




Estaba soñando con el libro que acababa de dejar despatarrado en la mesilla. Soñé que era una prosa tan apetitosa como una tortilla francesa recién hecha, pero al hincarle el diente descubrí que estaba empedradita de cáscaras de huevo.

Me inquietó el sueño, últimamente tengo insomnio, insomnio térmico lo llamo, ¿estaba comiendo demasiado?¿estaba leyendo demasiado?¿me apetecía una tortilla francesa?-. Preferí no averiguar de dónde había salido aquella imagen tan peregrina y no volví a la novela, me puse a leer el periódico que no había terminado y me encontré con unos sueños bastante más enjundiosos que los míos.
Los de Juan Goytisolo.

P. D. Yo ya tenía previsto hacer un hueco a Militeraturas en mis rutinas, salir de la casa de campo que dice Nacho Fernández que son los blogs y llegar a la ciudad, pero no creía que el trayecto fuera tan corto, ha sido el único modo de comunicarme después de la borrada general de mi ordenador.

Quizá no sea tan atroz tener que reconstruir el puzzle, si en la vida real nos separan de los conocidos seis personas aquí, acabo de comprobar, están todos, se volverán a reunir pronto los datos que se han fugado, estoy segura, hasta puede ser que vuelvan con más orden.

La imagen es de Zenna Zipporah