A la pregunta de qué le encuentro a Musil para volver y
volver a él cada primavera, me respondí del tirón, en un estado somnoliento,
casi en duermevela, antes de cerrar sus diarios, anoche:
-Es racional y sensual. Racionalmente sensual. Lógicamente
voluptuoso.
Y me pareció tan cierto que casi me despierto para anotarlo.
Esta mañana he desayunado con Mª Jesús, con un conejo y un
gato. No se me había olvidado. De hecho las palabras sensual y voluptuoso seguían
siendo un sumidero. Es voluptuosísimo desayunar tan bien un lunes, oliendo la
menta, que ya despunta, la maría luisa y el romero, mirando a un conejo comer hierba y a un gato
que lo vigila.
-Casi tan voluptuoso como ir al cine por la mañana. ¡O más!
Hemos comentado antes de ir a comprar las semillas de lechuga. Mientras preparaba el plantero ha aparecido el tercer término del día: potencial.