sábado, 4 de octubre de 2008

El outlook vomita diamantes.




Hace un par de semanas llegó uno de Enrique Mercado, la nota decía:

No quiero que llegue la medianoche sin que hayáis recibido un poema. Dulces sueños a todos:


EL GLOBO AMARILLO


"Todo límite comporta precisión,

y la precisión como tarea de lo ilimitado"


En la avenida principal

de un barrio todavía por construir.

En la tarde sin estridencia en el cielo,

calado de bruma de aurora a noche cerrada,

y observador de fenómenos parciales.


Esa ráfaga que acarició el ángulo del aluminio,

si se detuvo o qué en el flequillo de los toldos,

si transportó variaciones

hasta los lacrimales de solución aterida.

El viento mercenario persigue un globo amarillo.


Gracias Enrique


El cuadro es de
Janis Kounellis