"El tiempo de la atención se parece a un nunc stans, a una miniatura de eternidad (...)
Por este rasgo la atención se opone precisamente a la curiosidad. El conocimiento de lo esencial no se obtiene por la acumulación de lo diverso, sino por una profundización continua (¿infinita?) de lo mismo (...)"
Simone Weil. La conciencia del dolor y de la belleza
La foto es de Roberto Lobera
3 comentarios:
Es tanta mi tendencia al desenfoque, que me resulta inevitable, vital, tener un lugar donde ir a buscarme...me encantó el post, qué buena la Weil
Besos!! :)
espero que mi caos aclare tu caos, a veces pasa, bienvenida siempre Joaquina, es un placer ser leída por tan esplendida lectora.
No había leído antes a Simone Weil, me estoy acercando despacito, y con frecuencia me pierdo, pero ahí sigo intentándolo.
La curiosidad también suscita la atención en la especialización de centrarla en ella; evitando la dispersión... cualquier materia puede tener una profundidad insondable... Que grande la Weil!
Besos y abrazotes!
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