sábado, 9 de enero de 2016

De cuando recomiendo tener una o varias buenas neurosis.




Para escribir bien tenéis que encontrar antes unas buenas neurosis. Relacionar empieza por ponerse un imán en la cabeza. Con tener mucho que ver.

Las buenas neurosis ni son incompatibles ni se disputan el terreno, sin que nos demos cuenta van creando subconjuntos.

Yo esta mañana estoy neurótica con las crónicas latinoamericanas y con no trasladar ni un sólo objeto innecesario, pero no olvidar ninguno fundamental.

Anoche Miguel me regaló en una merendola el boli rojo mexicano. En la foto no se observa pero ha pirografiado plumas, tinteros y el alfabeto y mi nombre. Me hace pero que mucha ilusión.


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