Miroslaw Maszlanko
Exigua
luz que surge de repente
en
el cielo, entre dos
ramas
de pino, y sus finas agujas
grabadas
ahora en la extensión radiante
y
encima este
cielo,
alto, ligero…
Huele
el aire. Es el olor del pino blanco,
más
fuerte cuando el viento sopla en él
con
un sonido igual de extraño,
como
suena el viento en una película.
Sombras
que se desplazan. Cuerdas que
suenan
a cuerdas. Lo que oyes ahora
debe
ser el sonido del ruiseñor, Chordata,
el
macho cortejando a la hembra…
Un
rechinar de cuerdas. La hamaca
se
mece con el viento, bien sujeta
entre
dos pinos.
Huele
el aire. Es el olor del pino blanco.
¿Es
la voz de mi madre lo que oyes
o
solo el ruido de los árboles
cuando
el aire pasa entre ellos
pues
cómo sonaría entonces
pasar
entre la nada?
Traducción
Jordi Doce
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