Benito del Pliego
Hay un método de aprendizaje que está imbricado con lo afectivo, porque la unidad de peso del cariño es la atención.
Tirando de ese hilo me he acordado de Benito del Pliego, de quien tanto aprendo, y he encontrado a Bruno Montané
UNA BELLEZA OCULTA
Atrapamos la respiración del tiempo
y se ilumina el centro de la pregunta.
Imprecisa pero enérgica curva
que desciende por el ojo del huracán.
Las líneas del poema esbozan
una exacta estratigrafía y las huellas
desprenden un aroma gestual
de una entereza casi inextinguible.
El tiempo se exhala a sí mismo y nosotros,
ateridos, vivimos junto al pozo
de nuestra más sudada luz.
Respiramos el latido que se acaba,
caminamos en el centro del tiempo que,
sordo e inabarcable, brota de sí mismo
sin dejar de hacer preguntas,
mientras anuncia, una y otra vez,
el agujero dejado por las palabras,
el sentido de la belleza más oculta.
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