El día de la ofensiva inauguraba una
librería, por primera vez todo estaba listo a tiempo, pero cuando llegué
con el ramo de flores descubrí que los libros habían succionado el
aceite con el que estaban pintadas las estanterías y ya todo fue caos.
Por la tarde, mientras volvíamos a
colocar los libros, oí unas cuantas veces.
-Marta, a lo que estamos, ¿ahora qué
haces viendo la tele?
Había por allí una tele diminuta en
blanco y negro a la que no podía quitar ojo, ¡los guerrilleros
salvadoreños se estaban tomando la ciudad a la brava! y yo sentía
una mezcla de euforía, miedo, dolor y alegría.
Como si adivinara que mis futuros
amigos estaban por allí, atravesando San Salvador con buitrones de casa a casa, como si supiera que era en Ayutuxtepeque y en la Zacamil la gran balacera.Como
si ya intuyera que me esperaba un relato interminable de lo que estaba ocurriendo esa noche.
4 comentarios:
Me ha gustado mucho este texto tuyo, Marta.
Y -ya que estamos- éste, ¿qué tal?: http://image.casadellibro.com/a/l/t0/81/9788492458981.jpg
Gracias Aurelio.
Me has hablado de él pero no lo conozco, a ver si lo consigo.
Besicos
Y -de nuevo ya que estamos- quizás los vídeos que están al final de estas noticias sean de interés para ti:
http://www.ultimocero.com/articulo/gervasio-s%C3%A1nchez-el-asesinato-los-jesuitas-ha-sido-uno-los-momentos-m%C3%A1s-impactantes-mis-30
y
http://www.ultimocero.com/articulo/vuelven-brotar-flores-el-monolito-los-jesuitas-asesinados-el-salvador
Gracias Aurelio. Gervasio Sánchez me ha recordado que por allá todo el mundo hablaba maravillas del embajador español, Fernando Álvarez de Miranda.
besicos
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