No se parecen en nada los sueños de un animista en el campo y de la misma persona en un apartamento. A un animista que vive entre manglares no lo visitan individuos, lo visitan ejércitos. Si se traslada a un hogar aséptico y tiene visita sólo puede ser su madre reclamándole una llamada.
Texto de la presentación del libro Tu existe de Luz Pichel leído en Enclave
de libros, Madrid, el 16/4/024 y en la librería Ramón Llul, Valencia, el 9
/3/024
-
*polas fendas das pedras das casas respira / a historia do mundo * **Todo o
mundo precisa alghún día de monte * Desde esta casa vese o mundo enteiro *
sa...
Hace 2 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario