La música molinera del verano que viene.
Con la edad nos estamos volviendo muy previsores, o quizá es que acordamos tácitamente mirar a los mismos días para disfrutarlos con tiempito, para cocerlos por adelantado. La niña nos empieza a mandar la música "para que bailemos cuando nos reunamos".
Después de escucharla me sorprendo de como ha evolucionado durante estos años su concepto de baile. Pero está bien, a altas horas y en ese valle y con esos parlantes, esto puede derivar en danza.
De momento ha pasado la prueba del pichi, y a este pájaro no le gusta cualquiera
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