sábado, 19 de enero de 2013

El placer de abrir las orejas y una historia sencilla






que me ha contado muchas veces René. Le encanta repetirla y a mí  que me la repita. Cuando cuenta lo de los chicos raperos o nos habla de elefantes es cuando más gesticula.

-Entonces me volvía loco. ¡Cómo aquella chiquillería en un poblado sin ninguna comunicación podía tocar así! Eran buenísimos. De dónde habían sacado las influencias. Aquello no podía ser sólo intuición. Así que los espié. ¿Y qué era mmm? ¡me lo vas a decir tú!

-El ordenador de la monja.

-Exactamente, ¡sólo con un ordenador conectado, el de la monjita! Por la noche y un rato después de la comida, cuando ella se iba a dormir,  ¡se habían convertido en una de los mejores grupos de rap que he oído en mi vida! Allí seguiremos: con las radios, con el trabajo y con la vaina, ni modo.

Javier Losilla me ha recordado hoy a los Staff Benda Bilili y su historia, que se parece. Todo me ha puesto de muy buen humor. Sobre todo las coincidencias. Qué gusto que amigos que no se conocen estén mirando al mismo sitio y vean.


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