Más onírico que muchos sueños
He
amanecido en mitad del barranco incendiado, calzada con chancletas e intentando
entender el lenguaje de linderos naturales que me explicaba José, esta tierra se
mueve, no es del todo mensurable, quien marca lo que es nuestro y qué de la
indescriptible vecina son los granados, el tamarit, el pomelo y las adelfas. Sobre
todo las adelfas
Durante días noto que me fallan las palabras cuando intento expresar
cualquier pensamiento
Entonces me pongo a hacer cálculos. Pienso con números y luego los exagero:
El número
de coincidencias incomprobables se aproxima al más elevado que se puede
escribir con tres cifras. Me digo. Y dejo de sentirme balbuceante e ilusa.
Cuando oigo a los demás dejo de oírme a mí
misma.
Gonzalo
nombra caballero a Yeray, que pasa a llamarse Lord miércoles, mientras preparo
el fuego. Juliana y Zoe planifican meticulosamente una tarde de playa mientras corto las migas. Gonzalo y Ester se entregan a los relatos judiciales mientras
sofrío la cebolla.
Luego llega
Iraida a comer y en la sobremesa queda inaugurada como sede de confidencias la
casa de aperos.
El cambio de destino de Lola
Lola es
la perra tuerta por picotazo de pato con la que he compartido los últimos
veranos, sal de aquí y vete las palabras
que más repetía. Este año ya sólo quedaban de ella pulgas y garrapatas y yo
había conseguido tener cierta autoridad. Desde que llegaron Ester, Eva y
Juliana la perra se acercaba más y empecé a encontrar cuenquitos de agua debajo
del coche. Aunque se oye todo en la casa entera, no intuí que había un complot,
excluyendo a Eva, todos estuvieron contraviniendo mis órdenes y perfectamente
organizados para convencerme.
-¡Cómo
te vas a llevar a esa perra! ¡Cómo la vas a meter en un piso! Además tiene
dueño. Haz lo que quieras, es el carnicero del mercado, habla con él.
Entonces
intervino Ester, que es la que me conoce con más contundencia.
-Mira
que eres original, te molesta la propiedad hasta sobre cosas, no digamos con
las personas, ¿con los perros haces una excepción o es que no lo tienes pensado?
Es un maltratador además.
Y
claro, cedí.
La llevaron
al veterinario y a una peluquería canina, cuando volvió ya ni siquiera cojeaba.
De pronto se convirtieron en ven todos los vete. No he visto a un ser vivo más
contento. Además no era de nadie, que diga misa el carnicero, no llevaba chip.
Pronto
me encontraré a esa princesa de Éboli paseando con arnés por Zaragoza. Era
penosísimo verla últimamente. ¿Se le olvidarán las garrapatas y todos los
olores del valle? Desde anteayer no han parado de pasar perros buscándola.
¡¡¡Bien!!!
Gonzalo
y Tatiana son las dos personas con las que más me comunico durante el año en diferido, no se conocen, dentro de una horita, cuando Gonzalo termine de
fotografiar todas las flores, vamos a buscarla y nos vamos los tres a cenar.
2 comentarios:
Me encanta ese contubernio, Marta. Han hecho muy bien. Los vete pronto se convertirán en un te quiero. ;-)
Ahora parece como si no hubiéramos estado allí nunca, como si hubiera sido un sueño...habrá que volver para comprobar que el Molino es real.
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