Lo que pasó fue esto. Ahí estaban esos sentimientos hermosos y esos pequeños placeres sueltos, dentro de mí. Y esa mujer era para mi alma algo así como una cinta de montaje. Hacía pasar esos poquitos de mí mismo y salía completo.
La imagen es de Mar Arza
2 comentarios:
Me acordé de: Río maravillosamente contigo. He ahí la suerte única.
Ausente siempre donde se festeja a un ausente.
sigue diciendo
¡gracias! es muy bueno René Char.
(no me quito de la cabeza el contraste de nuestras carcajadas con la bomba de Ester, y la impresión al volver la cabeza, cuando vimos a los otros trescientos hechos polvo soltando aciagos tecnicismos)
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