martes, 9 de agosto de 2011

Del estres campesino



La corriente


No era el nerviosismo, ni la pereza, ni los insectos lo que me expulsaban de la mesa cada ver que me ponía a escribir. Era un contacto eléctrico. Bastó subir el Pc a una banqueta y casi todo solucionado.

Cuando era pequeña daba la corriente en el armario del baño de mi casa, eran poco los 125 kw pero aún así yo pensaba que me introducían un nerviosismo acumulativo.

Había muchas mitologías en el neolítico tecnológico.

De muy pequeños creíamos que se habían muerto los hombres de la radio cuando se acababan las pilas, y las enterrábamos


Las casas porosas.


Anoche hablé con el rubio del cuidado que hay que tener con los invitados que se traen al molino.

No es lo mismo vivir en un piso con superficies refractarias donde todas las tensiones se eliminan con una bayeta. Aquí las paredes son irregulares y porosas y retienen demasiado bien, para nuestra costumbre, todos los humores.


Horarios


de 11 a 8.30 chicharra

de 8.15 a 10 pájaros

durante toda la noche grillos.

de vez en cuando ranas.


Imagen


Cuando me desperté y encontré a Inma haciendo yoga a la vera de José, mientras él cortaba baldosas con una sierra.

Tan a lo suyo los dos.


Neurosis


O centrifugado.

Vamos a tener vecinos, están arreglando la casa, me pidieron luz y desde entonces no ha dejado de sonar la hormigonera. Lo peligroso no es que un ruido te despierte, lo realmente peligroso es que sea un ruido circular.

¡Con lo fácil que sería desenchufar!

Cuando se han callado, por la tarde, alguien ha puesto la lavadora


1 comentario:

Ester dijo...

Qué inspirador esa vida atenta en el molino. En mi primer piso me daba calambre al poner las manos debajo del chorro del agua del fregadero y entonces ya era 220w.
Besicos!!