Estoy leyendo un libro de setecientas páginas titulado Más allá de la dualidad que se subtitula integrando el espíritu en nuestra comprensión de la enfermedad mental. Me remango para leerlo. Me voy al sofá como si me fuera a una isla, con todo lo que necesitaré durante horas, y allí me estoy, quieta como un mazo.
Cuando era pequeña en mi casa había un sofá negro con tres almohadas rojas, mi juego preferido era poner dos verticales y otra encima, meterme dentro y hacer todo lo posible para que no se cayeran: ¿aprendería el placer de la quietud allí dentro?
Me reconforta muchísimo la psiquiatría, me reconcilian los conceptos claros y diferentes para explicar lo más oscuro, inquietante y tenebroso. Este psiquiatra me ha caído muy bien, John Nelsol se llama. Habla mucho de la capacidad para tranquilizarse a uno mismo como el quid de casi cualquier cuestión.
Siguiendo con la cabeza, pero por fuera, Amanda me ha dedicado una canción que me ha sacado del capítulo sobre la mitología de la locura y me ha traído hasta aquí:
Y el cuadro es de Roberto Matta, ¡me gusta¡¡!!!!!
4 comentarios:
me ha gustado mucho lo de la isla, y lo del sofá-cabaña, yo tb lo hacía, pero con mi hermano pequeño
lo del romanticismo... bueno, te puede no gustar la lite o la pintura de la época, pero fue una época revolucionaria en todos los sentidos, los gramáticos por ejemplo empezaron a investigar la evolución de las lenguas a compararlas, etc. En filosofía tb hubo adelantos, y en ciencia e industria... en general el XIX es apasionante porque no paran ni un segundo... la política española por ejemplo, mucho más divertida que en otras épocas.
bss cara
Para el carro. Me niego a hablar de este tema si no es en presencia de un camarero.
jajajaja
ok, besos decimonónicos pues y copas después!!!
¿Nos podrías hacer un breve resumen? ¿Lo podrías resumir en menos de 15 líneas?
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