He aprendido a nadar en seco[...] No voy a negar que nadar en seco tiene algo de agónico. [...] Al principio mis amigos me censuraron esa decisión. [...] Felizmente ya pasó la crisis. De vez en cuando hundo mis manos en las losas de mármol y les entrego un pececillo que atrapo en las profundidades.
Virgilio Piñera
La imágen es deWilliam Kentridge
4 comentarios:
Lo más maravilloso de todo es que, aun en los secarrales más áridos encontramos a veces un pez (o dos) y que poco a poco vamos aprendiendo, incluso a disfrutarlo.
Un abrazo. Feliz domingo.
Marta lo mejor de nadar en seco es que ni puedes ahogarte ni pueden ahogarte. Es una ventaja ¿no?.
Un abrazo.
Pues lo más maravilloso de todo es que creamos que podemos encontrar esos peces, que los encontremos o no, importa menos.
Un beso, Miriam G.
Menos mal que te has acordado. Muy bueno y lo Shua también.
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