Vas a verme
me ves
y no sé lo que verás.
Sea lo que sea,
más allá de lo que veas
siempre estoy yo además.
Sentarse y dejar entrar.
me ves
y no sé lo que verás.
Sea lo que sea,
más allá de lo que veas
siempre estoy yo además.
Sentarse y dejar entrar.
EL ARTE
El arte sería tocarte, un invento,
insignificante si el olvido lo demora. Lo
siento
porque es ahora estallido de la rosa
presurosa del instante,
extraviada en el jardín
y devuelta por el sinfín
de las horas transcurridas: una... dos...
tres...
Si te toco, ¿cómo es? Hay lo mucho de lo
poco, digo
el beso, el exceso del miraje y... ¿puede
ser, ahora sigo,
el encaje de tu aliento
en el reloj del oleaje? Atravieso
los celajes, el fervor, las profecías (¿el
amor?
¿no será la porfía de la "máquina del
dolor"?)
y llego acá: "El arte sería
tocarte". Silencio. No
confundo confetti con maná
pero igual estoy perdida
entre viejas cartografías de la ruta de la
seda
y la pasión como centro. ¡Ah corazón, me decía,
explícate como yo, que estoy adentro de un
cuerpo
y sin embargo con vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario