Inés me eligió de cobayita para un estudio de antropología. Tiene que hacer algo así como deducir de
dónde he salido historico-sociocultural y económicamente, y cuándo y cómo cada input y cada output. Me ha venido que ni al pelo porque, a una semana de los cincuenta, me gustaría
saber muchas cosas que no voy a descubrir hasta que ella diga.
-Eso me lo has contado, y mil veces
igual, debe parecerte muy significativo.
Y ponga un tono clínico.
-Repetirse y callarse viene a ser lo
mismo.¿Qué prefieres? Le contestaré, pero no me dejará fingir normalidad y nos reíremos.
(Despues de las entrevistas me he hundido en un par de
novelas como en una ciénaga de palabras, el problema es actitudinal, a veces necesito empotrarme en el sofá y que sólo existan doscientas páginas por delante, además no es que sean malas, en las
dos he subrayado)
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