Olafur Eliasson
-Hay diferentes métodos para organizar
la memoria y algunos son bien hermosos. Conchita tiene los mojones
colgados por las paredes. A cada persona, a cada viaje, a cada época,
le corresponde un plato. Me sorprende tanto como la primera vez tanta
belleza junta sin interrumpirse. Siempre tengo la suerte de leer una
tarde en ese rincón y noto como me articulo. Nunca leo allí
chorradas, que luego sueño en el mismo sitio con lo que he leído.
Otros van a balnearios a hacerse curas.
-Veinte años hablándole a la Blanch
de Paco, a Paco de la Blanch, y nunca los había visto juntos.¡Una
mañana Voraginera, por fin! cafeteando con Paco y con todos los que
aparecieron. Lo que acontece es para algo y solos no somos nada son los dos
elementos centrales de la cosmogonía compartida. Y por eso apareció un amigo de Lauri, como si lo hubiera mandado a saludarme. Hay que
dejar un mojón aquí
-Cuesta tanto irse cómo volver. En
tres días puedes atravesar los kilómetros mentales que acumulaste
durante muchos años, como puntos de compañía aérea. Kilómetros y kilómetros
de un verde rabioso. Además nada me pone la columna cerebral tan recta y
flexible como pasear por el sardinero.
P. D. Soñé con una casa llena de
loros y de pájaros. Los loros atacaban a los pájaros y yo tenía
que sacar los loros de la habitación y cerrar la puerta, había
estado leyendo el libro de los sueños de Borges. (comparados con
nosotros no son tan raros los sueños, he observado que mi tía, para
que no se le quemen los mantecados, cruza los brazos)
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