martes, 15 de octubre de 2013

Sombrero, abrigo, guantes.




Me he ido debajo de un árbol con Vallejo, por fin hacía frío. Una de las cosas que más me gusta hacer en el mundo es abrigarme.


Sombrero, abrigo, guantes.


Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café
de la Regencia; en él hay una pieza
recóndita, con una butaca y un mesa.
Cuando entro, el polvo inmóvil se ha puesto ya de pie.

Entre mis labios hechos de jebe, la pavesa
de un cigarrillo humea, y en el humo se ve
dos humos intensivos, el tórax del Café,
y en el tórax, un óxido profundo de tristeza.

Importa que el otoño se injerte en los otoños,
importa que el otoño se integre de retoños,
la nube, de semestres; de pómulos, la arruga.

Importa oler a loco postulando
¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga,
el cómo qué sencillo, qué fulminante el cuándo!


César Vallejo

No hay comentarios: