Imogen.Cunningham
Amanecí barroca y copista.
III
Cautivo enredo ronda tu costado,
pluma nevada hiriendo la garganta.
Breve trono y su instante destronado
tiemblan al silbo si suave se levanta.
Más que sombra, que infante desvelado,
la armadura del cielo que nos canta
su aria sin sonido, su son deslavazado
maraña ilusa contra el viento anda.
Lento se cae el paredón del sueño;
dulce costumbre de este incierto paso;
grita y se destruyen las escalas.
Ya el viento navega a nuevo vaso
y sombras buscan deseado dueño
¿Y si al morir no nos acuden alas?
IV
Pero sí acudirás; allí te veo,
ola tras ola, manto dominado
que viene a invitarme a lo que creo:
mi Paraíso y tu Verbo, el encarnado.
En ramas de cerezo buen recreo
o en cestillos de mimbre gobernado;
en tan despierto tránsito lo feo
se irá tornando el rostro del Amado.
El alfiler se bañará en la rosa,
sueño será el aroma y su sentido,
hastío el aire que al jinete mueve
El árbol bajará dicción hermosa
la muerte dejará de ser sonido.
Tu sombra hará la eternidad más breve.
José Lezama Lima
Enemigo rumor
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