...También es Charles Ephrussi quien compra a Manet un cuadro con un
manojo de espárragos por el que el pintor pide ochocientos francos, él le envía
mil y el pintor le corresponde días después con otro cuadro con un solo espárrago
acompañado de una nota: Parece que éste se
soltó del manojo.
Estaba escribiendo la reseña de "La liebre con ojos de ámbar", un libro muy recomendable cuyo estupendo autor, Edmund de Waal, es de profesión ceramista, pero el párrafo de arriba y los espárragos se me querían venir desde hace un rato aquí.
Ya sé por qué me desmayé ayer, fue una sobredosis decimonónica, consecuencias de la pesada digestión Bovary: ¡Todo lo que se ha escrito sobre esa mujer! y lo que es peor ¡todo lo que me he leído las últimas semanas!¡cómo no va a afectarme!
El desmayo estuvo tres bien. Me dejó relajadísima y extrañada: no recordaba tanta paz. Sentí algo muy raro. Busco cómo describírmelo y me sale una simpleza: fue como venir de un lugar más hondo que el sueño y sin nada, y sin tiempo, en el que estaba muy a gusto. Quizá una petit mort sin connotaciones eróticas pero sí francesas.
2 comentarios:
Un genuino desmayo a la francesa!! esto me recuerda cuando mis compañeros del botiquín del Prado me avisaban...si esto te parece sorprendente, prepárate a trabajar cuando lleguen las estudiantes francesas...y no fallaban nunca :)
Besos!!! y cuídateme eh??
Entonces es verdad, el desmayo es de origen francés, me lo temía. No te preocupes doctora, hasta tuve la precaución de desmayarme en el centro de salud.
Sigue haciendo esas fotos tan preciosas Joaquina.
besicos
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