Si tuviera tiempo, si no tuviera dos ordenadores encendidos y mil retos técnicos, además de las tareas normales pendientes, hoy me pondría a contar cosas sobre Cirlot. Sobre su Diccionario de Símbolos, una de mis compañías, sobre sus amores con Bronwyn y las secuelas que tuvo para él ir al cine, y contaría aquel día estupendo en Punta Umbría, la grandísima sorpresa, el banquete de Pere Sousa recitando a Cirlot, fue un placer oír a Cirlot en su auténtica dimensión, la de poeta del sonido, y contaría también como era la cara de Laura cuando me preguntó bajito:
-Pero ¿de verdad te gusta?.
Pero no tengo tiempo. Como aperitivo he elegido dos poemas cortos y retumbantes, de Bronwyn:
Uno con pregunta:
"Mira, son las nubes
¿te subes?"
Y otro para la antología de los pronombres personales:
Tuyo no huyo
Fluyo tu yo
4 comentarios:
jajaja
maravilloso
tú cirlot? no, no, yo brownosequé
ay, qué maravilla, Pere Sousa recitando a Cirlot... qué lujo... para mí siempre habrá un antes y un después de ese momento
Diccionario y poesía de Cirlot... cuánto tiempo...
Me gustaron pues estos retazos. Gracias. Y un saludo, claro.
Pues ya sabes Carmen, Punta Umbría, ese lugar del que vuelven doscientas personas listas para volver a la carga después de contar lo que hicieron durante el año y meterlo en una batidora.
Hola Luisa, me alegro de haberte recordado a ese hombre con el que sufro y me divierto aún. Y de que te gusten los retazos, y de que pases por aquí
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